El día de ayer durante la conferencia de salud que desde el inicio de la emergencia sanitaria da el subsecretario de salud del Gobierno de México, quedó claro que López-Gatell «se lava las manos». ¡Y háganse bolas!
Pero, ¿qué fue lo que sucedió? El origen del regaño y la evasión de sus responsabilidades está en la conferencia que dio la OMS unas horas antes. Michael Ryan, director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, dijo sobre México que la reapertura de la economía en medio de una transmisión intensa podría acelerar los casos de COVID19 en nuestro país.
México está en el proceso de reapertura y en este periodo los casos han incrementado significativamente, se trata de un patrón que hemos visto en un número de países. Abrir la economía en medio de una transmisión comunitaria intensa puede llevar a una aceleración de los contagios.
Ryan sugirió que para poder hacer esta apertura a la economía, era necesario identificar dónde el virus ya estaba bajo control y abrir en ese lugar -algo que en nuestro país se hizo exactamente al contrario-.
Entender cuáles son las zonas con mayor transmisión y donde tal vez se necesite revertir o ralentizar la reapertura. Esto debe estar acompañado de vigilancia de salud pública y de comunicación con las comunidades. Hasta cierto punto esto depende de la confianza. Debe haber mensajes claros y consistentes sobre los riesgos por parte de las autoridades y los líderes, tenemos que ser honestos con las comunidades sobre el nivel de la epidemia.
No queremos volver a la situación que veíamos (en algunos países) al comienzo en febrero y marzo donde los sistemas de salud fallaron ante la cantidad de infectados. Tenemos que intentar evitar esto a toda costa.
Después de estas duras palabras por parte de la OMS, López-Gatell llegó a la conferencia de salud y empezó a repartir culpas. Nos tocaron a todos: a los ciudadanos por no seguir las indicaciones (pese a que eso de los «mensajes claros y consistentes» nomás no haya sido el fuerte del gobierno), a los gobiernos estatales, porque según el subsecretario ellos son los responsables de la vigilancia y medidas de prevención, mitigación y contención en cada estado. ¿Y entonces él? Bueno, él nomás sirve para leer los datos.
La realidad es que López-Gatell «se lava las manos», porque la pandemia en nuestro país está fuera de control. De hecho jamás la tuvieron controlada, para ser más claros. Y era algo que nos veíamos venir desde que anunciaron el inicio de la «nueva normalidad», en la que así sin más ni más, le «aventaron la bolita» a los gobiernos estatales, ante su incapacidad de poder contener lo que ellos mismos provocaron.
Compartimos con ustedes el video de López-Gatell repartiendo culpas, «lavándose las manos» y diciendo que está muy preocupado por los repuntes en varios estados del país.
También compartimos nuestra opinión sobre las declaraciones de la OMS sobre la situación que se está viviendo en nuestro país.
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