La Delegación de programas sociales en Guanajuato, bien podría ser la pasarela de un concurso de belleza y podríamos llamarlo «Las Reinas del Bienestar». No es para menos, varias de nuestras servidoras públicas del Bienestar, fueron reinas en concursos locales o edecanes de corte triple A, quienes llegaron a ocupar una plaza federal, sin pasar por el servicio profesional de carrera y, en algunos de los casos, sin contar con la preparación académica adecuada para ocupar cargos de tal relevancia.
Es bien conocido que, el Superdelegado Mauricio Hernández Núñez solía requerir servicios de edecanes para cubrir los eventos del partido MORENA, hasta 2018, que estas prácticas fueron prohibidas en eventos políticos, al considerarse violencia de género, ya que estereotipa la imagen de la mujer, al poner por encima su apariencia, que sus conocimientos y habilidades. No obstante, desde su llegada, Hernández Núñez, se ha encargado de convertir a la Secretaría del Bienestar, en una agencia de colocación para acomodar perfiles y buscar abrirse espacios de poder político.
Localizada en la ciudad de León, la Agencia Profile tiene presencia constante en ferias empresariales como SAPICA o ANPIC, dispone de un catálogo en el que exhiben los distintos perfiles: rostro, cuerpo, tonos de piel y cabello de sus empleadas; así como las cotizaciones por cubrir distintos eventos.
Fue allí, de donde surgieron tres funcionarias para el Bienestar: Mónica Frausto Aldana, pasante de Turismo por parte de la UTL y actual coordinadora de interoperabilidad de programas sociales, con un sueldo de $29,018.00 al mes; también ingresó a la nómina federal su prima, Pamela Zepeda Aldana, quien dejó su cargo en la Delegación de Programas Sociales y en mayo pasado reportó su ingreso a la Coordinación Nacional para las Becas Benito Juárez. De igual modo, llegó a la Delegación Rosa Guadalupe Horta Castellanos quien, según la información que obra ante la SFP, se desempeña actualmente como jefa de oficina telegráfica en TELECOMM. Tanto Zepeda Aldana como Horta Castellanos, contaban con nivel secundaria al momento de su ingreso a la secretaría federal. Perciben un salario de alrededor de 15 mil pesos mensuales.
No son las únicas, las meteóricas carreras de bellas mujeres, impulsadas por Hernández Núñez son notorias, también es el caso de Monserrat Alejandra Retana Jaramillo, técnica nivel bachillerato egresada del Conalep, quien abandonó su cargo como enfermera en la Secretaría de Salud del Estado, para engrosar la nómina federal, incluso, según la propia declaración patrimonial de la funcionaria, ésta contaba con dos trabajos al momento de su ingreso a Bienestar en 2019. Actualmente se desempeña como jefa de atención del programa adulto mayor, cuenta con un sueldo de $25,685.00 mensuales.
Según testimonios de personal de la oficina de Programas sociales, el mismo Hernández Núñez se jacta de “traer talento de exportación” a la dependencia, como es el caso de Patricia Robledo Espinoza, otra egresada del Conalep, quien pasó de laborar en una agencia de renta de vehículos en su natal Sinaloa, a desempeñarse como subcoordinadora operativa de programas sociales en Guanajuato, dispone de un sueldo de casi 20 mil pesos mensuales. O bien, el de Katya Espinosa Altamirano, quien, según lo declarado ante la SFP, cuenta con estudios en ciencias políticas por parte del ITESM, antes de ser nombrada directora regional de programas sociales de Irapuato, se dedicaba a manejar las redes sociales de la Secretaría de Salud en el Estado de Guerrero.
En ocasiones, la belleza viene acompañada de poder político, tal es el caso de la abogada Yozajamby Florencia Molina Balver, ex príista y ex reina de belleza en su pueblo natal, cuyos contactos y cercanías, resultaron convenientes al delegado Hernández Núñez, actualmente se desempeña como Subdelegada en la ciudad de San Francisco del Rincón.
Otra de las Reinas del Bienestar, perteneciente a la delegación, es Margarita Pérez Ramírez quien a inicios de año fue nombrada directora regional de programas sociales en Pénjamo; manifiesta ser abogada titulada por parte de la UDL, no obstante, no obra registro alguno de cédula profesional a su nombre.
Las tres directoras regionales -o Subdelegadas- para el Bienestar: Katya Espinosa Altamirano, Yozajamby Florencia Molina Balver y Margarita Pérez Ramírez, además de la proyección política que les da el reparto de los programas sociales, disponen de un sueldo por arriba de los 70 mil pesos mensuales.
No se ponen en duda las capacidades de las funcionarias, pero ¿cómo se puede dar cuenta de eso, sin pasar por un concurso o el servicio profesional de carrera? La lucha contra la corrupción, coincide con un momento trascendental en la lucha por la igualdad de género.
La belleza femenina es un asunto complejo, que tiene varios matices y que puede encerrar expresiones de discriminación y violencia de género; o incluso cosas peores, se debe tomar como precedente el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y la red de explotación sexual que operaba con recursos públicos desde las oficinas del Partido Revolucionario Institucional, o bien, el recientemente destapado caso del ex titular del SEDUVI en la CDMX, Rafael Gómez Cruz, quien solicitaba favores sexuales a cambio de puestos públicos.
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