En el mes de abril, nos enteramos, por medio de la investigación periodística publicada por Proceso, Aristegui Noticias y Univisión, que lo ocurrido el 6 de enero en Apatzingán, había sido un nuevo crimen de Estado; que agentes de la Policía Federal, habían asesinado a sangre fría a 16 personas y que algunas de ellas, las habían ejecutado, aun cuando rendidas les suplicaban que no los mataran, que les perdonaran la vida. «¡Mátenlos, como perros!», fue la orden que dio un mando de la PF, cuando tenían de rodillas a algunos de estos cortadores de limón, a quienes la versión oficial, del delincuente Alfredo Castillo, les atribuía pertenecer al Cártel de los Viagras. Hoy, nuevos datos y revelaciones salen a la luz; en esta segunda parte de la investigación, los periodistas nos prueban cómo el Ejército mexicano también estuvo esa madrugada en la plaza de Apatzingán. También dispararon en contra de estas personas desarmadas y también, son responsables de este crimen de lesa humanidad, que no ha sido siquiera investigado.
