Una serie de comunicados del EZLN han sido publicados en Enlace Zapatista. El segundo de ellos «¿LOS MUERTOS ESTORNUDAN?» lo hemos compartimos ya con ustedes y compartiremos los que vayan subiendo los próximos días. Esta es el Tercer Comunicado del EZLN.
Tercera Parte: Dení.
Decía el finado SupMarcos que no se podían entender las razones del alzamiento sin conocer antes la historia de Paticha, la niña menor de 5 años que se le murió en brazos por falta de una pastilla para la fiebre. Yo ahora les digo que no podrán entender lo que luego les explicará con detalle el Subcomandante Insurgente Moisés si no conocen la historia de Dení.
Dení es una niña indígena, de sangre y raíz maya. Es hija de una insurgenta y un insurgente indígenas zapatistas. Cuando nació, hará hace unos 5 años, le pusieron ese nombre para honrar la memoria de una compañera que murió hace muchos años.
A Dení la conoció el finado SupGaleano cuando era un Patz. O sea un tamalito, por lo gorda que estaba. De hecho, así le decía el Sup: “Patz”. Ahora es flaquita, porque anda de un lado para otro. Dení, cuando las insurgentas se reúnen para hacer un trabajo, se pone, según ella, a darles clases de salud autónoma. Y dibuja unos garabatos que, según explicó luego, son unas promotoras de salud. Ella dice que son mejores las promotoras porque luego los hombres no entienden de “como mujeres que somos”. Sostiene firmemente que, para ser promotora de salud, tiene que vas a saber inyectar pero que no te duela. “Porque, ¿qué tal que necesitas inyección y no quieres porque te duele?”
Ahora estamos en una reunión de las jefas y jefes zapatistas. El padre y la madre de Dení no están presentes, pero la niña llegó siguiendo al Tzotz y a la Pelusa, que están echados a los pies del Subcomandante Insurgente Moisés y, al parecer, están atentos a lo que se dice.
Alguien está explicando:
“Aquí está presente Dení y ella es, digamos, la primera generación. Dentro de 20 años, Dení va a tener una cría mujer y le va a poner de nombre “Denilita”, ella sería la segunda generación. Denilita, 20 años después, va a concebir una niña que se va a llamar “Denilitilla”, es la tercera generación. Denilitilla, llegada a sus 20 años, va a procrear una niña que se va a llamar “Denilititilla”, sería la cuarta generación. Denilititilla, al cumplir los 20, va a parir una niña y la va a llamar “Denilí”, la quinta generación. Denilí a los 20 años de edad, va a tener una niña que se va a llamar “Dení Etcétera”, que viene siendo la sexta generación. Dení Etcétera, 20 años después, o sea dentro de 120 años, va a tener una niña que no alcanzamos a ver qué nombre tiene, porque ya está retirado su nacimiento en el calendario, pero ella es la séptima generación.”
Aquí interviene el Subcomandante Insurgente Moisés: “Entonces nosotros tenemos que luchar para que esa niña, que va a nacer en 120 años, sea libre y sea lo que le dé la gana ser. Entonces no estamos luchando para que esa niña sea zapatista o partidista o lo que sea, sino que ella pueda elegir, cuando tenga juicio, cuál es su camino. Y no sólo que pueda decidir libremente, también y, sobre todo, que se haga responsable de esa decisión. Es decir, que tome en cuenta que todas las decisiones, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, tienen consecuencias. Entonces se trata de que esa niña crezca con todos los elementos para tomar una decisión y para hacerse responsable de sus consecuencias.
O sea que no le eche la culpa al sistema, a los malos gobiernos, a sus papás y mamás, a sus familiares, a los hombres, a su pareja (sea hombre o mujer o lo que sea), a la escuela, a sus amistades. Porque eso es la libertad: poder hacer algo sin presiones u obligado, pero respondiendo de lo que se hizo. O sea sabiendo las consecuencias desde antes.”
El SubMoy voltea a mirar al ahora difunto SupGaleano, como diciendo “te toca”. El difunto que todavía no es difunto (pero que ya sabe que pronto lo será), prevé que algún día habrá que platicar eso a extraños e inicia:
“¿Esa Dení a la N Potencia ya no hablará mal de los pinches hombres? Sí lo va a hacer, como de por sí. Pero no van a ser sus argumentos que porque se burlaron de ella, la despreciaron, la violentaron, la acosaron, la violaron, la golpearon, la desaparecieron, la asesinaron, la descuartizaron. No, va a ser por cosas y asuntos normales, como que el pinche hombre echa pedos en la cama y apesta la cobija; o que no le atina a la taza del baño; o que eructa como becerro; o que se compra la playera de su equipo favorito, se pone pantalones cortos, calcetas y zapatos especiales de fútbol, para luego sentarse a ver los partidos mientras se atasca de palomitas con harta salsa picante; o que pone mucho cuidado en elegir el “outfit” que va a usar por décadas: su playera preferida, sus pants favoritos, y sus chanclas predilectas; o porque no suelta el control de la televisión; o que no le dice que la quiere, aunque ella sabe que la quiere, pero no sobra un recordatorio de vez en cuando.”
Entre quienes escuchan, las mujeres mueven afirmativamente la cabeza como diciendo “de por sí”; y los varones sonríen con nerviosismo.
El SubMoy sabe que es su maña del SupGaleano y que ahora va a pasar, en lo que se llama “solidaridad de género”, a mal hablar de las mujeres, así que interrumpe justo cuando el ahora finado está diciendo: “Pero es que las mujeres…”
“Bueno”, dice el SubMoy, “ahora estamos hablando de una niña que va a nacer dentro de 120 años y nos vamos a concentrar en eso”. El que intuye que será finado se sienta, lamentando no haber podido exponer su brillante tesis contra las mujeres. El SubMoy continúa:
“Entonces tenemos que pensar en esa niña. Ver lejos, pues. Y, mirando eso que parece muy lejano, hay que ver qué tenemos que hacer para que esa niña sea libre.
Y esto es importante porque ya tenemos encima la tormenta. La misma de la que advertimos hace casi 10 años. Lo primero que vemos es que la destrucción viene más rápido. Lo que pensamos que pasaría dentro de 10 años, ya está aquí.
Ustedes lo han explicado ya aquí. Nos han contado lo que ven en sus zonas Tzeltal, Tzotzil, Cho´ol, Tojolabal, Mame, Zoque, Quiché. Saben ya lo que está pasando con la madre tierra porque viven y trabajan en ella. Saben que está cambiando el tiempo. “El clima”, como dicen los ciudadanos. Que llueve cuando no toca, que está la seca cuando no toca. Y así. Saben que las siembras ya no se pueden decidir como nuestros anteriores, porque el calendario viene chueco, cambiado pues.
Pero no sólo. También vemos que los comportamientos de los animales cambiaron, aparecen en zonas que no es su costumbre y en temporadas que no les toca. Aquí y en las geografías de pueblos hermanos, aumentan los que llaman “desastres naturales” pero que son consecuencia de lo que hace y deja de hacer el sistema dominante, o sea el capitalismo. Hay lluvias, como de por sí, pero ahora son más fieras y en lugares y temporadas que no son las de antes. Hay sequías muy terribles. Y ahora pasa que, en una misma geografía – por ejemplo aquí en México-, en un lado hay inundaciones y en otro hay sequía y se quedan sin agua. Hay fuertes vientos que es como si el viento se pusiera bravo y dijera su “ya basta” y quiere tumbar todo. Hay temblores, volcanes, plagas como nunca antes. Como si la madre tierra dijera que hasta aquí nomás, que ya no. Como si la humanidad fuera una enfermedad, un virus que hay que sacar afuera vomitando destrucción.
Pero, además de que se ve que la madre tierra está como inconformada, como protestando, pues está lo más peor: el monstruo, la Hidra, el capitalismo, que está como loco robando y destruyendo. Ahora quiere robarse lo que antes no le importaba y sigue destruyendo lo poco que queda. El capitalismo ahora produce la miseria y a quienes huyen de ella: los migrantes.
La Pandemia del COVID, que todavía sigue, mostró la incapacidad de todo un sistema para dar una explicación real y para tomar las medidas necesarias. Mientras morían millones, unos pocos se hicieron más ricos. Ya se asoman otras pandemias y las ciencias ceden el paso a las pseudo ciencias y las charlatanerías convertidas en proyectos políticos de gobierno.
Vemos también lo que llamamos el Crimen Desorganizado, que son los mismos malos gobiernos, de todos los partidos políticos, que se esconden y se pelean por el dinero. Este Crimen Desorganizado es el principal traficante de drogas y personas; el que se queda con la mayor parte de los apoyos federales; el que secuestra, asesina, desaparece; el que hace negocio con la ayuda humanitaria; el que extorsiona, amenaza y cobra derecho de piso con impuestos que son para que un candidato o candidata digan que ahora sí van a cambiar las cosas, que ahora sí se van a portar bien.
Vemos a pueblos originarios hermanos que, cansados de desprecios, burlas y mentiras, se arman para defenderse o para atacar a los caxlanes. Y los ciudadanos espantándose, siendo que ellos mismos, con su modo de mierda, alimentaron ese odio que ahora sufren y que ya no tiene control. Como en la soberbia Jovel, cosechan lo que sembraron.
Y también vemos con tristeza que pelean mismo entre indígenas de mismas sangre y lengua. Pelean entre sí por tener los miserables apoyos de los malos gobiernos. O por quitarse lo poco que tienen o que llega. En lugar de defender la tierra, pelean por limosnas.
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Todo esto se lo avisamos a los ciudadanos y a los originarios hermanos hace casi 10 años. Habrá quién hizo caso, y hay muchos que ni en cuenta. Como que vieron y ven todavía como que todo ese horror les queda muy lejos, en tiempo y en distancia. Como que sólo ven lo que tienen enfrente. No ven más lejos. O ven, pero no les importa.
Como ya sabemos, en todos estos últimos años, nos hemos estado preparando para esta oscuridad. 10 años llevamos preparándonos para estos días de dolor y de pena para quienes somos todos los colores que somos de la tierra. 10 años revisando autocríticamente lo que hacemos y lo que no hacemos, lo que decimos y callamos, lo que pensamos y miramos. Nos hemos preparado a pesar de traiciones, calumnias, mentiras, paramilitares, cercos informativos, desprecios, rencores y ataques de quienes nos reprochan no obedecerlos.
En silencio lo hicimos, sin bullas, tranquilos y serenos porque miramos lejos, como de por sí nos enseñaron nuestros anteriores. Y allá afuera gritándonos que miremos aquí nomás, sólo un calendario y una geografía. Muy pequeñito lo que nos quieren hacer mirar. Pero como zapatistas que somos, nuestro mirar es del tamaño de nuestro corazón, y nuestro caminar no es de un día, un año, un sexenio. Nuestro paso es largo y deja huella, aunque no se mire ahorita o ignoren y desprecien nuestro camino.
La sabemos bien que no ha sido fácil. Y ahora está más peor todo, y como quiera debemos mirar a esa niña dentro de 120 años. O sea que tenemos que luchar por alguien que no vamos a conocer. Ni nosotros, ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos, y así. Y tenemos que hacerlo porque es nuestro deber como zapatistas que somos.
Vienen muchas desgracias, guerras, inundaciones, sequías, enfermedades, y en medio del colapso tenemos que mirar lejos. Si los migrantes ahora son miles, pronto serán decenas de miles, después cientos de miles. Vienen peleas y muerte entre hermanos, entre padres e hijos, entre vecinos, entre razas, entre religiones, entre nacionalidades. Arderán las grandes construcciones y nadie sabrá decir por qué, o quién, o para qué. Aunque parece que ya no, pero sí, se va a poner peor.
Pero, así como cuando trabajamos la tierra, desde antes de la siembra, vemos la tortilla, los tamales, el pozol en nuestras casas, así tenemos que ver ahora a esa niña.
Si no miramos a esa niña que ya está con su mamá, pero dentro de 120 años, entonces no vamos a entender lo que estamos haciendo. No lo vamos a poder explicar a nuestros mismos compañeros. Y mucho menos lo van a entender los pueblos, organizaciones y personas hermanas de otras geografías.
Ya podemos sobrevivir a la tormenta como comunidades zapatistas que somos. Pero ahora se trata no sólo de eso, sino de atravesar ésta y otras tormentas que vienen, atravesar la noche, y llegar a esa mañana, dentro de 120 años, donde una niña empieza a aprender que ser libre es también ser responsable de esa libertad.
Para eso, mirando esa niña allá a los lejos, vamos a hacer los cambios y ajustes que hemos estado discutiendo y acordando en común en estos años, y que ya consultamos con todos los pueblos zapatistas.
Si alguien piensa que vamos a recibir un premio, o una estatua, o un museo, o unas letras de oro en la historia, o paga, o agradecimiento; pues ya va siendo hora de que busque por otro lado. Porque lo único que vamos a recibir es que, cuando ya vamos a morir, podremos decir “hice mi parte” y saber que no es mentira.
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Quedó en silencio el Subcomandante Insurgente Moisés, como esperando que alguien saliera. Nadie lo hizo. Siguieron discutiendo, aportando, planeando. Llegó la hora de la comida y llegaron a preguntar que cuándo van a parar para descansar.
El Subcomandante Insurgente Moisés respondió: “Al rato, dentro de 120 años”.
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Les voy a ser sincero, como de por sí. Yo, el capitán, puedo soñar con ese momento en que una niña nace sin miedo, que es libre y que se hace responsable de lo que hace y de lo que no hace. Puedo también imaginarlo. Incluso podría escribir un cuento o una historia de eso. Pero estas mujeres y hombres que tengo enfrente y a un lado, indígenas zapatistas todos de raíz maya, mis jefas y jefes, no sueñan, ni imaginan a esa niña. Ellos y ellas la ven, la miran. Y saben lo que tienen qué hacer para que esa niña nazca, camine, juegue, aprenda y crezca en otro mundo… dentro de 120 años.
Como cuando miran la montaña. Hay en su mirada algo, como si miraran más allá en el tiempo y en el espacio. Miran la tortilla, los tamales y el pozol en la mesa. Y saben que no es para ellos, sino para una niña que ni siquiera está en la intención de quienes serán sus padres, porque no han nacido. Ni ellos, ni los padres de ellos, ni sus abuelos, ni sus bisabuelos, ni sus tatarabuelos, y así hasta 7 generaciones. Siete generaciones que empiezan a contar desde esta Dení, la Dení Primera Generación.
A fe mía que lo vamos a lograr. Sólo que vamos a tardar un poco de tiempo, pero no mucho tampoco.
Apenas poco más de un siglo.
Desde las montañas del sureste mexicano. Capitán Insurgente Marcos.
México, noviembre del 2023.
P.D.- Cada bomba que cae en Gaza, cae también en las capitales y las principales ciudades del mundo, sólo que todavía no se han dado cuenta. De los escombros nacerá el horror de la guerra de mañana.
P.D. VARIAS GUERRAS ANTES (la víspera, hace casi 120 años):
– “¿No sería mejor declarar la guerra francamente?
El profesor contestó con sencillez: -Nuestro Gobierno quiere, sin duda, que sean los otros los que la declaren. El papel de agredido es siempre el más grato y justifica todas las resoluciones ulteriores, por extremadas que parezcan. Allá tenemos gentes que viven bien y no desean la guerra. Es conveniente hacerles creer que son los enemigos los que nos la imponen, para que sientan la necesidad de defenderse. Sólo los espíritus superiores llegan a la convicción de que los grandes adelantos únicamente se realizan con la espada, y que la guerra, como decía nuestro gran Treitschke, es la más alta forma del progreso.” Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (1916). de Vicente Blasco Ibáñez (España 1867-1928).
Una serie de comunicados del EZLN han sido publicados en Enlace Zapatista. El primero de ellos «LOS MOTIVOS DEL LOBO» lo compartimos con ustedes y decidimos esperar a que avanzaran los comunicados, porque sabíamos que no sería solamente uno. Compartiremos los que vayan subiendo los próximos días. Esta es el Segundo Comunicado del EZLN.
¿Los muertos estornudan?
Octubre del 2023.
Murió el SupGaleano. Murió como vivió: infeliz.
Eso sí, tuvo cuidado de, antes de fallecer, regresar el nombre a quien es carne y sangre heredada del maestro Galeano. Recomendó mantenerlo con vida, es decir, luchando. Así que Galeano seguirá caminando en estas montañas.
Por lo demás, fue algo sencillo. Empezó a tararear algo como “ya sé que estoy piantao, piantao, piantao”, y, justo antes de expirar, dijo, o más bien preguntó: “¿Los muertos estornudan?”, y ya. Ésas fueron sus últimas palabras. Ninguna sentencia para la historia, ni para una lápida, ni para una anécdota contada frente al fogón. Sólo esa pregunta absurda, anacrónica, extemporánea: “¿Los muertos estornudan?”
Quedó luego quieto, suspendida la respiración cansada, los ojos cerrados, los labios al fin silenciados, las manos crispadas.
Nos fuimos. Casi al salir de la champa, ya en el quicio de la puerta, escuchamos un estornudo. El SubMoy me volteó a ver y yo a él, con un “salud” apenas insinuado. Ninguno de los dos había estornudado. Volteamos a donde estaba el cuerpo del finado y nada. El SubMoy sólo dijo “buena pregunta”. Yo no dije ni una palabra, pero pensé “seguro ha de andar con la luna rodando por Callao”.
Eso sí, nos ahorramos el entierro. Aunque perdimos el café y los tamales.
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Yo sé que a nadie le interesa una muerte más, y menos la del ahora finado SupGaleano. En realidad, les cuento esto porque él dejó ese poema de Rubén Darío con el que inició esta serie de textos. Obviando el evidente guiño a la Nicaragua que resiste y persiste – incluso podría verse como una referencia a la actual guerra del Estado de Israel contra el pueblo de Palestina, pero, en el momento de su muerte, no se había reiniciado el terror que hoy sobrecoge al mundo-, dejó esa poesía como referencia. Más bien como respuesta a alguien que preguntó cómo explicar lo que ahora pasa en Chiapas, México y el mundo.
Y, claro, como un discreto homenaje al maestro Galeano -de quien heredó el nombre-, dejó lo que él llamó un “control de lectura”:
¿Quién empezó? ¿Quién es culpable? ¿Quién es inocente? ¿Quién el bueno y quién el malo? ¿En qué posición está Francisco de Asís? ¿Fracasa él, o el lobo, o los pastores, o todos? ¿Por qué el de Asís sólo concibe que se haga un acuerdo basándose en que el lobo renuncie a ser lo que es?
Aunque esto fue hace meses, el texto concitó alegatos y discusiones que se mantienen hasta la actualidad. Así que les describo una de ellas:
Es como una especie de reunión o asamblea o algo como mesa de debates. Está lo mejor de cada casa: doctos especialistas en todo, militantes e internacionalistas de todas las causas menos de la de su geografía, espontáneos con doctorado en redes sociales (la mayoría), y uno que otro que, al ver la bulla, se acercó a ver si regalaban cubetas, gorras o playeras con el nombre del partido que fuere. No eran pocos los que se acercaron para aclararse de qué iba todo ese embrollo.
– “¡Usted no es mas que un agente del sionismo expansionista e imperial!”-, gritaba uno.
– “¡Y usted es sólo un propagandista del terrorismo árabe musulmán fundamentalista!” -, respondía otro, furioso.
Ya había habido varios conatos de bronca, pero no había pasado, todavía, de unos empujones modelo “nos vemos a la salida”.
Se llegó a ese punto, porque estuvieron analizando el poema de Rubén Darío “Los Motivos del Lobo”.
No todo había sido un intercambio de adjetivos, puyas y malas caras. Empezó como todo en esos lares: con buenos modales, frases contundentes, “intervenciones breves” – que solían durar media hora o más -, y derroche de citas y notas de pie de página.
Puro varón, claro, porque el debate era organizado por el llamado “Club de Toby Hipertextual”
“El Lobo es el bueno”, dijo alguien, “porque él sólo mataba por hambre, por necesidad”.
“No”, argumentó otro, “es el malo porque mataba ovejas, que eran el sustento de los pastores. Y él mismo reconoció que “en veces comió cordero y pastor”.
Uno más: “los malos son los pobladores, porque no mantuvieron el acuerdo”.
El de más allá: “la culpa es de Asís, que consigue el acuerdo pidiéndole al lobo que deje de ser lobo, lo que es cuestionable, y luego no se queda para mantener el pacto”.
Más acá: “Pero Asís señala que el ser humano es malo por naturaleza”.
Se reiteran en uno y otro lado. Pero se ve que, si se hiciera una encuesta en este momento, el lobo tendría una cómoda ventaja de dos dígitos sobre el poblado de pastores. Pero una hábil maniobra en redes sociales, consiguió que el hashtag “loboasesino” fuera TT muy por encima de #mueranlospastores. Así que fue claro el triunfo de los influencers pro pastores frente a los pro lobo, aunque sólo en las redes sociales.
Hubo alguno que argumentó en favor de dos Estados conviviendo en el mismo territorio: el Estado Lobo y el Estado Pastor.
Y otro por un Estado Plurinacional, con lobos y pastores, conviviendo bajo un mismo opresor, perdón, quise decir bajo un mismo Estado. Otro le respondió que eso era imposible, dados los antecedentes de cada parte.
Un señor de traje y corbata se levanta y pide la palabra: “Si Rubén (así dijo obviando el Darío), siguió a partir de la leyenda de Gubbio, entonces podemos hacer lo mismo. Demos continuación al poema:
Los pastores, haciendo uso de su legítimo derecho a defenderse, atacan al lobo. Primero destruyendo su madriguera con bombardeos, para luego entrar con tanques e infantería. Me parece, colegas, que el final está cantado: la violencia terrorista y animal del lobo es aniquilada y los pastores pueden seguir su bucólica vida, trasquilando ovejas para una poderosa firma transnacional que elabora ropa para otra igualmente poderosa firma multinacional que, a su vez, le debe a una institución financiera internacional todavía más poderosa; lo que llevará a los pastores a convertirse en eficientes obreros de sus propias tierras -eso sí, con todas las prestaciones laborales de ley-, y elevará ese poblado a niveles del primer mundo, con modernas autopistas, altos edificios y hasta un tren turístico donde visitantes de todo el mundo podrán apreciar las ruinas de lo que antes fueron prados, bosques y manantiales. El aniquilamiento del lobo traerá paz y prosperidad a la región. Claro, morirán algunos animales, no importa el número ni la especie, pero sólo son daños colaterales perfectamente olvidables. Después de todo, no se le puede pedir a las bombas que distingan entre un lobo y una oveja, ni que limite su onda expansiva para no dañar aves y árboles. Se conquistará la paz y nadie extrañará al lobo.”
Alguien más se levanta y señala: “Pero el lobo tiene apoyo internacional y habitaba ese lugar con antelación. El sistema cortó árboles para los campos de pastura, y eso alteró el equilibrio ecológico, reduciendo el número y especie de los animales que el lobo consumía para vivir. Y es de esperar que los descendientes del lobo tomarán justa venganza”.
“Ah, entonces el lobo también mataba a otros seres. Es igual que los pastores”, replica alguien.
Así siguieron, dando tan buenos argumentos como los que aquí se señalan, plagados de ingenio, derroches de erudición y muchas referencias bibliográficas.
Pero la mesura no duró mucho: se pasó de lobo y pastores a la guerra Netanyahu – Hamás y la discusión fue subiendo de tono hasta llegar a lo que encabeza esta anécdota, cortesía postmortem del ahora finado SupGaleano.
Pero en ese momento, al final de la sala, se levantó una mano pequeña pidiendo la palabra. El moderador no alcanzaba a ver de quién era la mano, así que concedió la palabra “a la persona que está levantando la mano allá al fondo”.
Todos voltearon a mirar y estuvieron a punto de dar un grito de escándalo y reprobación. Era una niña que cargaba un oso de peluche que casi le igualaba en tamaño, y portaba blusa blanca con bordados y un pantalón con un gatito cerca del tobillo derecho. En fin, el clásico “outfit” para una fiesta de cumpleaños o algo así.
La sorpresa fue tal que todos guardaron silencio y mantenían las miradas en la niña.
Ella se puso de pie sobre la silla, pensando que así la escucharían mejor y preguntó:
“¿Y las crías?”
La sorpresa se hizo entonces murmullo condenatorio: “¿cuáles crías? ¿de qué habla esta niña? ¿Quién diablos dejó entrar a una mujer a este sagrado recinto? Y peor, ¡es una mujer niña!”
La niña se bajó de la silla y, siempre cargando su osito de peluche con claros signos de obesidad -el oso, se entiende-, se dirigió a la puerta de salida diciendo:
“Las crías. O sea, las crías del lobo y las crías de los pastores. Sus pichitos, pues. ¿Quién piensa en las crías? ¿Con quién voy a platicar? ¿Y dónde vamos a jugar?”
Desde las montañas del Sureste Mexicano. Capitán Insurgente Marcos.
México, octubre del 2023.
P.D.- Libertad incondicional para Manuel Gómez Vázquez (tomado como rehén desde 2020 por el gobierno estatal de Chiapas) y José Díaz Gómez (rehén desde el año pasado), indígenas bases de apoyo zapatistas presos por eso, por ser zapatistas. Ya luego no pregunten quién sembró lo que cosechen.
P.D.- Huracán OTIS: Centro de acopio para los pueblos originarios en el estado de Guerrero: en el domicilio de la Casa de los Pueblos “Samir Flores Soberanes”, ubicado en Av. México-Coyoacán 343, colonia Xoco, Alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México, C.P. 03330. Depósitos y transferencias bancarias en apoyo a estos pueblos y comunidades en la cuenta Número 0113643034, CLABE 012540001136430347, código SWIFT BCMRMXMMPYM, del banco BBVA México, sucursal 1769. A nombre de: “Ciencia Social al Servicio de los Pueblos Originarios”. Teléfono: 5526907936.
Como siempre sucede cuando se trata de ayudar, el Congreso Nacional Indígena y el EZLN se unen y ponen a disposición un sitio como centro de acopio para apoyar a los compas de Guerrero, principalmente campesinos e indígenas. A ellos no los rescatará ningún gobierno.
Compartimos con ustedes el comunicado conjunto que publicaron el día de hoy.
EN APOYO A NUESTROS HERMANOS ORIGINARIOS EN GUERRERO
Octubre del 2023.
A LOS PUEBLOS Y GOBIERNOS DE MÉXICO Y DEL MUNDO: A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL: A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
Con mucha consternación hemos visto como el huracán Otis golpeó con furia inusitada las costas del estado de Guerrero, provocando la muerte de decenas de seres humanos y la destrucción de pueblos y ciudades. Nuestrxs hermanxs de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, en el municipio de Coyuca, estado de Guerrero, e integrantes del Congreso Nacional Indígena, nos han informado del daño que este huracán ha causado en las comunidades indígenas y campesinas de dicho estado y en particular en los pueblos de la Costa Grande de dicha entidad.
Este huracán no es un fenómeno atípico, como lo señalan los medios de comunicación y los malos gobiernos, es producto directo de la destrucción provocada por el capitalismo, por el daño, cada vez mayor, que las grandes empresas y las políticas de los gobiernos, provocan a nuestra Madre Tierra. Lo atípico no es el huracán, lo atípico es este violento sistema que se sostiene con base en guerras, en pandemias y en la explotación y el despojo descarnados de millones y millones de seres humanos y de la naturaleza.
Frente a estos acontecimientos tan graves ocurridos en Guerrero, observamos como el gobierno de la mal llamada cuarta transformación concentra sus apoyos en los grandes hoteleros y comerciantes del puerto de Acapulco, mientras se olvida de las miles de familias pobres, principalmente campesinas, que están siendo afectadas por Otis.
Sabemos que, como acostumbran los malos gobiernos, éstos van solo a burlarse de nuestro sufrimiento, a tomarse una fotografía sobre los escombros y a lucrar sobre el dolor de los pueblos en desgracia, por lo que llamamos a los hombres y mujeres de buen corazón, a los colectivos de la Sexta Nacional e Internacional y a los pueblos de México y del mundo, a solidarizarnos y a concentrar alimentos no perecederos y medicamentos en apoyo a los pueblos originarios del estado de Guerrero afectados, en el domicilio de la Casa de los Pueblos “Samir Flores Soberanes”, ubicado en Av. México-Coyoacán 343 colonia Xoco, Alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México, CP03330, así mismo llamamos a realizar depósitos y transferencias bancarias en apoyo a estos pueblos y comunidades en la cuenta Número 0113643034, CLABE 012540001136430347, código SWIFT BCMRMXMMPYM, del banco BBVA México a nombre de: Ciencia Social al Servicio de los Pueblos Originarios.
MÉXICO, A 27 DE OCTUBRE DE 2023
ATENTAMENTE
POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS NUNCA MAS UN MÉXICO SIN NOSOTROS
CONGRESO NACIONAL INDÍGENA EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL
La periodista Anabel Hernández publicó en DW la entrevista que sostuvo con Dámaso López Serrano, El Mini Lic., en la que éste le confirmó que Omar García Harfuch recibió dinero de los hijos del Chapo Guzmán.
Fue a principios de octubre que la periodista se reunió con el hijo de «El Licenciado», Dámaso López Núñez, en alguna ciudad de los Estados Unidos, país donde El Mini Lic. fue testigo protegido para denunciar a cabecillas del Cártel de Sinaloa.
Según El Mini Lic., cuando Omar García Harfuch era jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue sobornado por Los Chapitos para que detuviera a Dámaso López Núñez, su padre. Los Chapitos habrían conseguido dos millones de dólares a su socio el narcotraficante Gabriel Valenzuela para pagar el soborno a García Harfuch para detener a «El Licenciado”. De ese dinero se afirma que se pagaron 800 mil dólares al titular de la AIC, 600 mil dólares a «El Pollito” quien era secretario de «El Licenciado” y lo traicionó revelando su paradero. «El Chapito” se quedó con 600 mil dólares. Cuando Valenzuela descubrió que Iván se quedó con parte del dinero se enojó con Iván.
El Mini Lic. también denunció que durante la captura de su padre, la gente de Omar García Harfuch le robaron 2 millones de dólares que tenía en dos departamentos en la Ciudad de México, uno de ellos era en el que finalmente fue ubicado.
Anabel Hernández trató de corroborar esta información tan delicada con sus contactos en el gobierno de Estados Unidos; dice que un agente de la DEA le confirmó que ese era el modus operandi de García Harfuch y la gente de la AIC. El agente le dijo a Hernández que tenían grabaciones telefónicas donde se demostraba que así actuaba la agencia.
No sólo robaban dinero, sino que también se hacían de cargamentos de droga que después comercializaban ellos.
Hoy García Harfuch es el virtual candidato de Morena para ser Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, pese a tantos señalamiento que hay en su contra, porque no se trata nada más de esto; recordemos que fue señalado por la investigación de caso Ayotzinapa de haber participado en la reunión donde se planeo la llamada «verdad histórica».
Compartimos en el video la nota completa de la periodista Anabel Hernández.
El día de hoy aparece publicado un nuevo comunicado del EZLN en su sitio web, Enlace Zapatista. Se trata de una primera parte, que nos indica que habrá un segundo comunicado donde nos expliquen el porqué de este poema de Rubén Darío. Lo compartimos íntegro con todos ustedes.
Primera Parte:
LOS MOTIVOS DEL LOBO. Rubén Darío. Nicaragua.
El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: el lobo de Gubbio, el terrible lobo, rabioso, ha asolado los alrededores; cruel ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoró pastores, y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados. Los duros colmillos dieron cuenta de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos.
Francisco salió: al lobo buscó en su madriguera. Cerca de la cueva encontró a la fiera enorme, que al verle se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano, al lobo furioso dijo: – ¡Paz, hermano lobo! – El animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas, y dijo: – ¡Está bien, hermano Francisco! – ¡Cómo! –exclamó el santo-. ¿Es ley que tú vivas de horror y de muerte? ¿La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de Nuestro Señor, no han de contener tu encono infernal? ¿Vienes del infierno? ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial? Y el gran lobo, humilde: ¡Es duro el invierno, y es horrible el hambre! En el bosque helado no hallé qué comer; y busqué el ganado, y en veces comí ganado y pastor. ¿La sangre? Yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño; o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo; y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar, de las roncas trompas al sordo clamor, a los animales de Nuestro Señor. Y no era por hambre, que iban a cazar.
Francisco responde: En el hombre existe mala levadura. Cuando nace viene con pecado. Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura. Tú vas a tener desde hoy qué comer. Dejarás en paz rebaños y gente en este país. ¡Que Dios melifique tu ser montaraz! Está bien, hermano Francisco de Asís.
Ante el Señor, que todo ata y desata, en fe de promesa tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano de Asís, que a su vez le alargó la mano. Fueron a la aldea. La gente veía y lo que miraba casi no creía. Tras el religioso iba el lobo fiero, y, baja la testa, quieto le seguía como un can de casa, o como un cordero.
Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó. Y dijo: He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo, y no repetir su ataque sangriento. Vosotros, en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios. ¡Así sea!, contestó la gente toda de la aldea. Y luego, en señal de contentamiento, movió testa y cola el buen animal, y entró con Francisco de Asís al convento.
Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo. Sus bastas orejas los salmos oían y los claros ojos se le humedecían. Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina iba con los legos. Y cuando Francisco su oración hacía, el lobo las pobres sandalias lamía. Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba en las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo. Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás, como si tuviera fuegos de Moloch y de Satanás.
Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos lo buscaron con quejas y llanto, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto por aquel infame lobo del demonio.
Francisco de Asís se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero. Y junto a su cueva halló a la alimaña.
En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote -dijo-, ¡oh lobo perverso!, a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? Contesta. Te escucho. Como en sorda lucha, habló el animal, la boca espumosa y el ojo fatal: -Hermano Francisco, no te acerques mucho… Yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía, y si algo me daban estaba contento y manso comía. Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la Envidia, la Saña, la Ira, y en todos los rostros ardían las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. Me vieron humilde, lamía las manos y los pies. Seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos: los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas y hermanos gusanos. Y así, me apalearon y me echaron fuera. Y su risa fue como un agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente; mas siempre mejor que esa mala gente. Y recomencé a luchar aquí, a me defender y a me alimentar. Como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tienen que matar. Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad, vete a tu convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad.
El santo de Asís no le dijo nada. Le miró con una profunda mirada, y partió con lágrimas y con desconsuelos, y habló al Dios eterno con su corazón. El viento del bosque llevó su oración, que era: Padre nuestro, que estás en los cielos…
Ceci Flores, de las Madres Buscadoras de Sonora, dio a conocer que localizaron un crematorio clandestino en Hermosillo.
Por medio de un video colocado en sus redes sociales, Ceci Flores dijo que mientras se encontraba en Washington recibió un mensaje anónimo en el que le informaban que en un punto específico en Hermosillo, podrían estar los restos de uno de sus hijos.
“Ruego a dios porque entre estos restos calcinados no esté mi hijo”, dice Ceci Flores al narrar del hallazgo de un crematorio clandestino en el lugar señalado en el que ya han sido encontrados restos.
Posteriormente, en otro video, la madre buscadora de Sonora, envía un mensaje a los grupos de la delincuencia que operan en el estado suplicándoles que le den la oportunidad de encontrar a sus hijos.
Apenas hace dos días, otro colectivo de búsqueda en Jalisco, daba a conocer un hallazgo semejante: un horno crematorio clandestino, que incluso estaba todavía caliente cuando llegaron.
“Todavía está caliente”, dijo una de las Madres Buscadoras de Jalisco, quienes, con base en sus experiencias realizando el trabajo que deberían realizar las autoridades, pudieron calcular que dicho horno habría sido utilizado dos días antes de su hallazgo.
Los colectivos de madres buscadoras están realizando el trabajo que las autoridades deberían hacer y simplemente no hacen. A lo mucho, lo que llegan a hacer es proporcionarles elementos de seguridad que las acompañen, pero esto es casi siempre una excepción y no la regla.
La gran mayoría de las veces son ellas solas quienes se aventuran a los lugares más peligrosos con tal de poder tener un indicio que les lleve a encontrar a sus familiares desaparecidos. No hay apoyos ni para combustibles, equipos y mucho menos viáticos. Estas mujeres se juegan la vida, mientras el gobierno mira a otro lado y las invisibiliza.
Ceci Flores, de las Madres Buscadoras de Sonora.
Buscando a mi hijo emcontramos un crematorio clandestino en Hermosillo. Me avisaron de este lugar. Fui esperando no encontrarlo en un mar de huesos, mi corazón quiere verlo vivo para darle los abrazos pendientes.