En la mira de los delincuentes que mal gobiernan México ahora se encuentra el sistema de salud. Saben que hay millones de dólares en juego y que los futuros ‘clientes’ son un mercado cuantioso: 110 millones de personas que en algún momento necesitarán un médico o un hospital. La iniciativa de privatización se mantiene en el hermetismo de las autoridades y de las cámaras en el Congreso; seguramente porque cuando la den a conocer, ya nada podrá hacerse.
Pero la apuesta por hacer de la salud un negocio, representa un grave riesgo para el propio sistema. Según las propias asociaciones de hospitales privados, creer que privatizando se resolverá el problema, es un error y traerá consecuencias devastadoras.