Por medio de su cuenta de Twitter, Durazo dijo que «es un Montaje». Sí, para el secretario la exhibición armada del Grupo Élite del CJNG no se trata de una amenaza, ni de un reto, sino de un montaje que quién sabe quién hizo y con qué intención.
Durazo publicó dos tuits donde tacha de «propaganda» de una «banda criminal» y asegura que no hay grupo de la delincuencia organizada que tenga la misma capacidad que las fuerzas federales:
El video propagandístico que se atribuye a una banda criminal está siendo analizado a fin de confirmar su eventual autenticidad y temporalidad.
Independientemente de ello, manifestamos que no hay grupo criminal alguno con capacidad para desafiar exitosamente a las fuerzas federales de seguridad, y mucho menos a partir de ese evidente montaje.
Y una vez más vemos como nuestras autoridades encargadas de garantizar la seguridad y la paz en el país evaden la realidad, la minimizan y se escapan del asunto diciendo tonterías.
Seguramente Alfonso Durazo cree que con dos mensajes burdos y sin sentido, Nemesio Oseguera, «El Mencho», va a desistir de seguir cometiendo los crímenes atroces que comete todos los días en el país. Probablemente piensa que negar la realidad hará que los mexicanos olviden que están viviendo la ola de violencia más terrible de los últimos tiempos y que el CJNG es un grupo altamente peligroso.
El funcionario, cuya incapacidad está más que demostrada, sigue fracasando en su estrategia y hasta en sus «análisis» que suponemos pretendían tranquilizar a la ciudadanía que ayer observaba como un ejército retaba al gobierno, después que éste dijera en Jalisco el día anterior que no iban a detenerse para combatir al crimen organizado.
Compartimos con ustedes la transmisión que hicimos hace unas horas en relación a este suceso.
Desde el día 19 de abril empezó a circular un artítulo escrito por el Doctor en Matemáticas, Arturo Erdely, que pone en duda las cifras que todos los días difunde el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell.
El autor de dicho contenido, titulado «Aritmética López-Gatelliana», Arturo Erdely, es actualmente profesor de la UNAM en la FES Acatlán. Su cuenta de LinkedIn dice qué:
Realizó todos sus estudios en la UNAM: Actuario con maestría y doctorado en ciencias matemáticas (orientación: probabilidad y estadística). Miembro nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Profesor de tiempo completo Titular «C» en la UNAM. Experiencia profesional en el medio financiero (trading y fondos de inversión).
Compartimos el texto original, íntegro, del Dr. Arturo Erdely para que ustedes saquen sus propias conclusiones.
Un nuevo tipo de aritmética distinta a la tradicional, en lo que se refiere al cálculo de tasas y proporciones, es la que deduzco tengo que aprender del Dr. López-Gatell y su equipo de colaboradores, porque su forma de hacer cuentas con los datos oficiales sobre la epidemia de COVID-19 en México simplemente no cuadra con lo que creí haber entendido de aritmética de proporciones en mis estudios de primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura en Actuaría, maestría y doctorado en Ciencias Matemáticas.
Escudado en un destacado currículum en epidemiología y salud pública, el Dr. López-Gatell y su equipo de trabajo se dan el lujo de mezclar a placer datos de fechas y marcos de referencia distintos, sin justificación ni explicación alguna. Desafortunadamente es mal momento para criticar las cuentas que hace, después de que un conocido medio de comunicación lo descalificó con no sé qué intenciones, provocando con ello indignación en la opinión pública, así como apoyo masivo en redes sociales al trabajo desarrollado por el equipo del Dr. López-Gatell. Pero mi interés en el tema como ciudadano y académico que soy, así como mi preparación en las áreas de Matemáticas y Estadística, me lleva por el camino del análisis de los datos epidemiológicos que nos han presentado, así como al cuestionamiento de cálculos que se están haciendo con ellos. Mi postura es de escrutinio, no de descalificación.
Como no es la primera opinión que expreso al respecto, y ya he recibido comentarios que cuestionan mis motivaciones, de una vez lo aclaro: no participo en política, no me interesa participar en ella, tampoco me interesan los reflectores, la trayectoria a la que aspiraba ya la he conseguido, y desde ahí es que me doy el lujo de expresar con toda libertad, sin compromisos ni agendas ocultas, lo que pienso y creo alcanzar a entender, con el único propósito de contribuir en algo útil para la mejor utilización posible de los datos asociados a la epidemia de COVID-19 en México.
El método centinela
El 27 de febrero de 2020 autoridades de la Secretaría de Salud reportaron el primer caso confirmado en México de una persona con COVID-19, y desde entonces de forma diaria han actualizado el total de casos confirmados y defunciones por dicho virus. Mientras fue un número modesto e importado de casos, fue posible para dichas autoridades dar seguimiento puntual al origen de cada caso. Conforme ha ido aumentando el contagio, y particularmente a partir de que comenzaron los casos por contagio local y ya no por importación (dispersión comunitaria), era previsible que el número de casos confirmados comenzaría a subestimar de forma importante el contagio real, y por ello la Secretaría de Salud comenzó a complementar la vigilancia epidemiológica con otra forma de medición más amplia, conocida como método centinela, que consiste esencialmente en recoger información de 475 unidades monitoras de enfermedad respiratoria, de entre las más de 26 mil unidades de salud en todo el país, como una especie de muestra representativa, para estimar el total de personas contagiadas en el país.
La primera vez que las autoridades de salud presentaron resultados del método centinela fue el 8 de abril, con base en datos al cierre de la semana epidemiológica 13, que de acuerdo con la calendarización de la propia Secretaría de Salud abarcó del 22 al 28 de marzo, arrojando una estimación de 26519 personas infectadas de COVID-19. Cabe destacar que el número acumulado de casos confirmados de COVID-19, reportado por las mismas autoridades de salud, fue de 848 personas al 28 de marzo, esto implica que el factor que relaciona el número de casos confirmados con los casos estimados es 31.2724 ya que 31.2724 × 848 = 26519.
Pero el Dr. López-Gatell y colaboradores decidieron dividir los 26519 casos estimados al 28 de marzo entre ¡los 3181 casos confirmados del 8 de abril! Esto da un factor de 26519 ÷ 3181 = 8.3367, dando la falsa impresión de que la realidad del contagio es tan solo 8.3 veces lo que se tiene en casos confirmados, cuando en realidad, de acuerdo con los propios datos oficiales, es de 31.3 veces. Por más que le busco e investigo, no logro entender qué sentido o justificación tiene dividir el dato de casos estimados al 28 de marzo entre el dato de casos confirmados al 8 de abril.
Los casos estimados del método centinela se actualizan semanalmente, en contraste con los casos confirmados que se reportan diariamente. La segunda ocasión que las autoridades salud reportaron estimaciones del método centinela fue el 16 de abril, con datos de la semana epidemiológica 14, que abarcó del 29 de marzo al 4 de abril, con una estimación de 55951 casos, mismos que si comparamos con los 1890 casos confirmados al 4 de abril se obtiene un factor de 55951 ÷ 1890 = 29.6037, parecido al que correctamente se obtiene para la semana epidemiológica anterior (31.3), y muy lejos del factor de 8.3; sin embargo, el Dr. López-Gatell y colaboradores ya nada dijeron al respecto, ni actualizaron dicho factor, en la conferencia de prensa del 16 de abril, y no hubo reportero que lo cuestionara. Pero eso sí, lo que quedó grabado desde el 8 de abril en la memoria de muchos fue que el contagio real es solo 8.3 veces los casos confirmados, cuando en realidad es aproximadamente 30 veces los casos confirmados, de acuerdo con los mismos datos oficiales.
La tasa de letalidad
Esta tasa ha sido calculada en México y el resto del mundo como la proporción, en términos porcentuales, de fallecimientos confirmados por COVID-19 respecto al total de casos confirmados. En México, el primer caso confirmado de fallecimiento por este virus ocurrió el 19 de marzo, pero fue hasta el 5 de abril que las autoridades de salud incluyeron en su informe técnico diario el cálculo de la tasa de letalidad en México obteniendo para ese día 4.39%, que se obtiene de dividir los 94 fallecimientos confirmados por COVID-19 entre 2143 casos confirmados hasta el 5 de abril, y multiplicando por 100 para convertirlo a porcentaje. Cabe mencionar que a esa misma fecha la tasa de letalidad mundial era de 5.5%, es decir, mayor que la de México en ese momento.
A partir del 5 de abril las autoridades de salud han reportado diariamente la tasa de letalidad en México, pero el 17 de abril, día en que la tasa de letalidad mundial estaba en 6.7% y la de México 7.94% las autoridades de salud deciden calcular, además de una tasa de letalidad de fallecimientos confirmados por COVID-19 entre total de casos confirmados, una tasa de letalidad sobre casos estimados por el método centinela hasta la última semana epidemiológica disponible, en este caso la semana 14 que abarcó del 29 de marzo al 4 de abril, obteniendo ahora dos tasas de letalidad:
Fallecimientos confirmados al 17 de abril: 546 personas
Casos confirmados al 17 de abril: 6,875 personas
Casos estimados por método centinela al 4 de abril: 55,951 personas
Aquí hay dos aspectos cuestionables. Primero, dividir una cantidad que corresponde al 17 de abril (546 fallecimientos) entre una cantidad que corresponde al 4 de abril (55951 casos estimados). Segundo, que se considere que los casos confirmados están por debajo de los casos estimados, pero que no se considere que los fallecimientos confirmados también pueden estar subestimando los fallecimientos reales por COVID-19 (por ejemplo, fallecimientos por neumonía atípica de los que no fue posible verificar presencia del virus). Esto crea una falsa idea de que la letalidad del COVID-19 está muy por debajo de la letalidad mundial, o al menos crea confusión por tener dos tasas de letalidad distintas.
La tasa de incidencia
Las autoridades de salud calculan esta tasa como el cociente del número de casos confirmados entre la población total, multiplicado por cien mil, para obtener una tasa por cada cien mil habitantes. Para la fecha de 17 de abril se tenían:
Casos confirmados: 6,875 personas
Población estimada de México: 127,935,154 personas
que fue justamente la tasa de incidencia que reportaron las autoridades de salud el 17 de abril:
¿Cuál es el problema? Que se utilizan los casos confirmados o estimados según convenga para que la tasa en cuestión se vea mejor. Respecto a la tasa de letalidad las autoridades de salud consideraron que era más realista dividir los fallecimientos confirmados entre los 55951 casos estimados (en lugar de los 6875 casos confirmados) lo cual permite reportar una tasa de letalidad menor, 0.98% en contraste con 7.94% si se utilizaran los casos confirmados. Pero para la tasa de incidencia, en lugar de utilizar el dato más realista del número de casos estimados (55951) como que no conviene y mejor ahí sí utilizan el número de casos confirmados (6875) para obtener la tasa de incidencia más baja de 5.37. Esto se llama INCONSISTENCIA. Si 55951 casos estimados se considera una cantidad más realista para calcular la tasa de letalidad, esa misma cantidad debiera utilizarse para la tasa de incidencia y obtener:
100,000 × (55,951 ÷ 127,935,154) = 43.73
Muy lejos de la tasa 5.37 que reportaron. Más aún, recordemos que la cantidad 55951 corresponde al 4 de abril, y por tanto 43.73 sería la tasa de incidencia al 4 de abril, no al 17 de abril como la reportaron las autoridades de salud. La del 17 de abril debiera ser 29.6 veces el número de casos confirmados al 17 de abril, dividido entre la población de México y multiplicado por cien mil:
100,000 × (29.6 × 6,875 ÷ 127,935,154) = 159.06
¡Esto es casi 30 veces más que lo reportado por las autoridades de salud!
Comentarios finales
El cálculo de tasas y proporciones es un asunto de la disciplina matemática conocida como Aritmética, no es un tema epidemiológico especializado, así que con todo respeto a la trayectoria en epidemiología y salud pública que tienen el Dr. López-Gatell y su equipo de colaboradores, solicito una aclaración respecto a lo que señalo.
Confieso que intenté hacer llegar mis inquietudes a varios reporteros que normalmente están presentes en las conferencias de prensa de las 7 p.m que dan diariamente autoridades de la Secretaría de Salud, me agradecieron el envío de mi análisis, pero hasta el momento que escribo estas líneas ninguno ha preguntado algo al respecto en dichas conferencias de prensa. El monopolio de lo que se pregunta lo tienen quienes asisten a esas conferencias, y preguntan lo que ellos deciden o les indican sus jefes.
También intenté, con un propósito más testimonial que realista, enviarlo directamente al Dr. López-Gatell por medio de sus cuentas en redes sociales, pero es tal la cantidad de mensajes que le envían, que el mío es uno más entre miles que seguro no es visto por él o por quienes le ayuden a manejar sus cuentas.
Si alguien tiene forma de hacerle llegar estas inquietudes, por favor hágalo, no me interesa el crédito, si le convencen mis argumentos aprópieselos con toda libertad, a mí simplemente me interesa entender y contribuir a la mejor interpretación posible de los datos de la epidemia que azota a mi país.
Compartimos con ustedes la transmisión que realizamos en relación a este tema:
En la página del mal gobierno de México se lee: «El empresario… [ Marcelo Odebrecht ] ha invertido mil 800 millones de dólares en desarrollo de estudios y proyectos, de los 8 mil cien millones de dólares que invertirá en los próximos cinco años». La información está fechada el 1° de Octubre de 2013.
Así que cuando en Brasil, el delincuente Marcelo habló de «propinas» para Emilio Lozoya, en realidad eran eso, propinas. Una parte diminuta de lo que en contratos había acordado ya con el mal gobierno de México y que seguramente multiplicaría por decenas o cientos de veces en las ganancias que las obras le generarían.
NOSOTROS estamos seguros que esos 10 millones de dólares que Odebrecht dijo entregó a Lozoya, son la punta del iceberg de toda una serie de dinero que en sobornos entregaron a los delincuentes Peña Nieto y sus cómplices, además de a varios jefes de plaza de gobiernos locales, como Javier Duarte, Leonel Godoy y Fidel Herrera.
Estamos entonces ante el mayor escándalo de corrupción del gobierno del criminal del Cártel del PRI, que supera con mucho a la «donación» que hizo el compadre del chacal de Atenco, Hinojosa Cantú, la Casa Blanca de La Gaviota. Que según lo revelado por Aristegui Noticias, ascendía a un costo de 7 millones de dólares.
La corrupción en el mal gobierno de México debe ser un porcentaje muy importante del PIB y del presupuesto anual. No sabemos cuánto, pero sabemos que estos detestables personajes son insaciables y no tiene fin su ambición. Sabemos que no es sólo Odebrecht, que también es HIGA y OHL, aunque desconocemos cuántas empresas depredadoras más estén involucradas en el saqueo al erario público.
Compartimos con ustedes la transmisión que hicimos el día de ayer, donde hablamos sobre este asunto tan delicado y que nos debe dejar claro la clase de delincuentes que están gobernando México.
Hablamos con la Doctora Miroslava, representante del «Movimiento Médico 22 de Junio», quien el día 6 de agosto pasado, estuvo en a manifestación convocada para pedir justicia por Jessica, quien vivía en el Estado de México, era madre y médico, con todo lo que eso conlleva en el país de los feminicidios.
Jessica fue brutalmente asesinada el pasado día 4 y su cuerpo fue encontrado, decapitado y desollado, en un paraje del municipio de Huxquilican, en el Estado de México. El horror que provocó su muerte, sensibilizó a la sociedad y se convocó a una protesta para exigir al mal gobierno de Eruviel Ávila que pare la violencia, que detengan la ola de feminicidios y que se haga justicia.
Frente a la tragedia que se vivió y vive en Ciudad Juárez, con las tristemente llamadas «Muertas de Juárez», el feminicidio en el Estado de México es enormemente mayor que lo que en Chihuahua está pasando. En el EdoMex, según nos dice Miroslava, «ser médico y ser mujer» es convertirse en blanco perfecto para los criminales.
Dentro de la plática con la Doctora, que también vive en el Estado de México, salió a tema la decisión del la FES Iztacala, que pidió a sus alumnos de medicina que, por su propia seguridad, dejen de vestir con su tradicional indumentaria en color blanco que los distingue como eso, como estudiantes de medicina.
¿Se perdió la batalla? Es decir, ante la imposibilidad de recuperar la seguridad pública y como medida de protección, ¿el ciudadano tiene que cambiar sus modos de vida para no convertirse en víctima y estadística? No es poca cosa el hecho de que en las universidades estén optando por acciones de este tipo; se trata de una llamada de atención muy delicada a quienes dicen que gobiernan el país.
Compartimos con ustedes la plática con la médico del Estado de México, que tan amablemente nos contó sobre estas y otras situaciones que viven día con día en el gremio de la salud.
No estamos de acuerdo y no creemos la nueva «verdad histórica» sobre el caso de Jessica; no fue la fauna local, no fueron ni perros, ni ratas…
José Luis Lara, exmiembro de las autodefensas de Michoacán, afirma que el líder del Cártel de los Caballeros Templarios, Nazario Moreno González «El Chayo», está vivo.
El 9 de diciembre del año 2010, el Gobierno Federal daba a conocer que en un enfrentamiento con miembros de la Marina Armada de México, había fallecido el sanguinario líder del Cártel de los Caballeros Templarios. Alejandro Poiré, como encargado de la vocería de Seguridad Pública, explicaba que el tiroteo habría durado alrededor de dos días, cuando hombres armados atacaron a elementos de la Policía Federal en la ciudad de Apatzingán y usaron vehículos como barricadas para evitar que la Policía Federal pudiera recibir refuerzos.
Sin embargo esta versión no pudo ser confirmada debido a que presuntamente el cuerpo de Nazario Moreno fue retirado por miembros del grupo criminal, antes de que las autoridades pudieran llevar a cabo su identificación.
A partir de entonces numerosas versiones señalaron que Nazario se encontraba vivo y operando junto con Servando Gómez «La Tuta» como uno de los dos principales dirigentes de Los Caballeros Templarios.
Fue hasta 2014, que nos enteramos que Nazario Moreno, no había muerto en 2010 y que en un enfrentamiento con la Armada de México en el municipio de Tumbiscatío, Michoacán, había sido abatido.
La armada de México llevó a cabo el Operativo Lince para capturar a «El Chayo» en la sierra de Tumbiscatío, Michoacán. El 3 de marzo de 2014, se les escapó en la sierra de Tumbiscatío, un cuerpo de elite de 53 marinos llevó un operativo para detenerlo, mientras que cientos de elementos militares estableció un cerco de cientos de elementos para que el narcotraficante no pudiera salir en las zonas delimitadas en los municipios de Apaztingán, Zicuiran, Aguililla, Tumbiscatío y Arteaga.
El 4 de marzo descubrieron un arsenal propiedad del «El Chayo» enterrado en la sierra una enorme cantidad de armas y explosivos en tambos, «El Chayo» buscaba llevar actos de sabotaje contra instalaciones del gobierno y contra puentes.
El 6 de marzo descubrieron una cueva que se presume era en centro de reunión de los templarios, dentro de una camioneta Tacoma, un informante olvidó su radio al escapar, donde escucharon la conversación de los templarios y le dijeron el lugar donde se llevaría a cabo una comida para celebrar su festejo de cumpleaños 44. Los federales descubrieron un campamento donde se refugiaba Nazario Moreno «El Chayo».
El 9 de marzo a las 4:30 AM las autoridades federales detectaron a un hombre en mula. Los elementos de la marina armada de México y el ejército mexicano le marcaron el alto, el capo se negó a detenerse y, con la mula galopando, empezó a disparar contra los militares que a su vez le dispararon a él que cayó abatido. Su identidad fue aparentemente confirmada por las huellas digitales que el gobierno tenía en su cartilla de servicio militar.
José Luis Lara, exmiembro de las autodefensas de Michoacán estuvo ese 9 de marzo en el operativo y afirma que nada de lo que el mal gobierno nos dijo es verdad; que los hechos sucedieron de otra forma y que la persona que presentaron como «El Chayo», en realidad no es él.
Compartimos con ustedes la entrevista que realizamos con Lara y serán ustedes los que saquen sus propias conclusiones.
También compartimos con ustedes lo que sobre el Cártel de los Caballeros Templarios publicábamos en 2015:
El día 19 de junio del año 2016, un grupo de sicarios de la Policía Federal, en su División de Gendarmería, fue enviado a Nochixtlán, Oaxaca, a desalojar un bloqueo que tenían puesto los habitantes de la comunidad, precisamente para impedir que los criminales enviados por el mal gobierno llegaran a la capital del estado, Oaxaca. Los sicarios, pese a que después el Jefe ellos, el delincuente Galindo, lo negara, iban armados y usaron esas armas largas para disparar a la población. Asesinaron a 8 personas e hirieron a más de 100.
En este primer aniversario, reunimos los datos que ustedes nos han enviado, los compartimos en nuestras redes sociales, entrevistamos a Manuel -habitante de Nochixtlán- y buscamos contenidos para no dejar que se quede en el olvido una de las brutalidades más descaradas que ha cometido el gobierno asesino del delincuente Peña Nieto; aquí les compartimos todos esos contenidos, para que sean ustedes mismos quienes se formen un juicio sobre lo que hace un año sucedió.
En primer término, compartimos el Documental elaborado por la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, desde junio 2016 -después de los hechos del 19 de junio- hasta abril de este año.
También, compartimos la entrevista que hicimos a Manuel, un compañero que vive en Nochixtlán y que vivió los sucesos de la masacre. Nos narra cómo sucedieron las cosas; cómo los sicarios de la Policía Federal llegaron armados y después del desalojo del bloqueo, persiguieron a balazos con armas largas, a todo aquél que le daba la gana. El mismo Manuel nos comenta cómo fue agredido por un cerdo federal y cómo por 10 centímetros se salvó de ser lesionado por el criminal que lo perseguía.
El día 18 de junio, por la noche, en las vísperas del aniversario, realizamos una transmisión donde hablamos de los sucesos de aquél día y señalamos a quién es el primer responsable de la bestial agresión, Aurelio Nuño, supuesto Secretario de Educación del gobierno criminal de Peña Nieto.
El día 18, en Nochixtlán, Oaxaca, se preparaba el evento del aniversario, donde los habitantes develaron un monumento que se creó en honor de las víctimas. Compartimos el contenido publicado por los compas de El Pueblo, Medio Independiente.
Y por último, compartimos el texto que Manuel nos envió en mensaje por Facebook, donde recordaba a los compañeros caídos y a los compañeros que siguen en resistencia, como es el caso de la Radio «La Combativa».