Los sofisticados narcotúneles que se instalan en la frontera de México con EEUU no dejan de soprendernos; se usan aditamentos que los hacen prácticamente habitables e incluso pueden tener lujos que van más allá de lo lógico. El caso de éste es el ejemplo: contaba con un ascensor y con tubería de ventilación. Sin embargo, no es por medio de estas construcciones que se transporta la mayor cantidad de drogas a los Estados Unidos; esa llega a los aeropuertos en aviones comerciales o particulares, con la mayor protección posible, por parte de ambos gobiernos.
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