El día de ayer el mundo entero se conmocionó ante lo que ya es considerado el mayor ciberataque de la historia. Un virus que ha sido controlado ya, demostró cuál es el mayor peligro cuando las herramientas correctas caen en manos incorrectas. «Hackéame si puedes», es un documental transmitido por «La 2» de la televisión española, que alertó lo que podía suceder.
La historia de un joven francés que creó el programa espía más usado en los últimos años – incluso por gobiernos como el de Siria, que lo usó para espiar a los opositores al régimen – que él había planeado que le diera notoriedad y poder espiar a sus amigos y conocidos. Desafortunadamente, como él mismo lo dice, «lo que se sube a la red, se queda siempre en ella»; así que «Dark Comet» se expandió en la red y el uso que mucha gente le dio, fue exactamente el contrario que él pensó cuando lo creó.
En los Estados Unidos el FBI persiguió a unos jóvenes hackers que, compitiendo con «Dark Comet», crearon un programa para espiar, solo que la intención de ellos era la de ganar dinero cometiendo delitos graves. «Black Shades», la creación de estos estadounidenses, fue rastreada, perseguida y a final los creadores fueron arrestados.
En la descripción del canal DOCUMENTALIA CIENCIA en YouTube, quien subió el video comenta lo siguiente:
«Internet es el nuevo campo de batalla donde los atacantes y defensores se desafían sin descanso. Centrales nucleares, estaciones de televisión, instalaciones militares: la lista de víctimas crece día a día.
Este documental nos traslada al mundo de los grandes hackers y mundo de la web de la policía: un hacker reformado que ha perdido el control de uno de los virus más populares entre los piratas, un proveedor de armas cibernéticas de la NSA, el creador del banco del Dark web, y los mejores «policías» de Internet, el FBI, la OTAN y la policía judicial.
En todas partes, las autoridades están comprometidos en una carrera contra el tiempo para recuperar el control de Internet. Sin embargo, el resultado de la batalla es todavía algo incierto».
LES RECOMENDAMOS MUCHÍSIMO VER EL DOCUMENTAL COMPLETO, YA QUE CON ÉL ENTENDERÁN UN POCO LO QUE SE VIVIÓ EL DÍA DE AYER.
Pero ¿qué pasó realmente ayer?
A mitad del día en España, se anunciaba por televisión que «Telefónica» había recibido un ataque cibernético que le había obligado a apagar todo su sistema. Posteriormente nos enterábamos que hospitales de Reino Unido habían sido víctimas también, de una incursión masiva en su sistema, con un código malicioso que cifraba los ficheros y los tomaba como «rehén» (los secuestraba) y pedía un rescate económico que debería pagarse con la moneda virtual, bitcoin.
Al transcurrir del día, nos fuimos poco a poco informando que lo que pasó en España y Reino Unido, había ocurrido en 74 países más (algunos hablan de más de 100). El centro de investigación y análisis de Kaspersky Lab, una compañía especialista en ciberseguridad, daba cuenta de unos 45 mil ataques simultáneos en más de 80 países.
El mundo entero se puso en alerta, ya que como vemos en el documental «Hackéame si puedes», no es un juego de niños, ni algo que se debe tomar a la ligera. El mundo virtual puede tomar como rehén al mundo físico y controlar los sistemas de casi cualquier cosa que esté conectada a la red.
Afortunadamente el ataque masivo fue controlado ya. Dos expertos informáticos de Reino Unido dieron con la solución al problema y paradógicamente, lo más básico, lo más obvio, lo más sencillo era la «vacuna» a este fenómeno.
Gastaron 10,69 dólares para comprar un dominio al deducir que, si todos los ataques que realizaba «WannaCry» («Quiero llorar»)que es como llamaron al programa malicioso que se usó, venían siempre con una gran cantidad de caracteres cuyo final siempre era «gwea.com», entonces si se impedía que los atacantes tuvieran acceso a esa dirección, los «bombardeos» empezarían a viajar de manera errante en la Red, hasta que se desactivara por si mismo, tal y como al final sucedió.
Cuando el dominio «gwea.com» estuvo activo, es decir que ya tenía un dueño, recibió más de 5 mil conexiones por segundo, hasta que por fin terminó por desactivarse por si mismo.
Los autores de esta «proesa» (como la han llamado ya en muchos países) dijeron que es casi un hecho que los atacantes tenían esta clave, como una especie de interruptor que apagara los ataques, en caso de que fueran rastreados y encontrados.
Nos debe quedar claro, al final de todo esto, que Internet no es un juego y que herramientas tan poderosas en manos de gente indeseable, pueden poner en riesgo al mundo entero.