La tarde de ayer en la Colonia La Jauja del municipio de Tonalá, Jalisco, un grupo armado rafagueó a una decena de personas que se encontraban afuera de un domicilio esperando su paga como cada sábado.
En redes sociales circulan audios y videos de gente que llegó a grabar lo sucedido y donde reconocen a algunos de los hombres tirados en el piso; cuando menos ocho de ellos eran albañiles. Hay un menor fallecido y el padre de éste, que sería quien llevaba el pago de su semana a los otros hombres.
En un escueto comunicado la Fiscalía del Estado de Jalisco dice que fueron diez los que quedaron tirados en la banqueta:
…sobre la banqueta de la calle Emiliano Zapata casi al cruce con Rusias Negras fueron localizados los cuerpos de 10 masculinos sin vida con heridas ocasionadas por proyectil de arma de fuego.
Y agrega:
Además en el interior de un domicilio fue localizado un masculino, al parecer menor de edad, a quien también se le aprecian lesiones por arma de fuego.
Como siempre, no hay detenidos; como siempre, también, la fiscalía señala que se hace el levantamiento de los cuerpos y su traslado al Servicio Médico Forense; como siempre, se dice que los peritos llegan a recabar indicios y… y ya, es todo.
Probablemente jamás se detenga a ninguno de los delincuentes que perpetraron esta barbaridad y es justamente esa impunidad lo que los envalentona, porque saben que es casi un hecho que ni siquiera se va a investigar.
Jalisco cerró 2020 con mil 621 víctimas de homicidio doloso, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sin embargo, expertos en materia de seguridad dicen que pese a haber una muy leve disminución respecto a 2019, ahora los crímenes se perpetran con mayor violencia, con mucha saña.
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