Se saben protegidos por los criminales que les otorgan las candidaturas, por los delincuentes que son líderes del narcopartido y por los que ya están en algún puesto público; es por eso que actúan tan impunemente, porque saben que no serán tocados por nadie. El cacique en turno, quiere ser diputado en Veracruz, pese a que existen claros indicios de su implicación en al menos un asesinato. Pero a él, no le importa; de hecho se da el lujo de amenazar, al más puro estilo del narco, a una periodista que, seguramente, no quiere aplaudirle sus crímenes.
