Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)el mes de abril de 2017, es ya el más alto en cuanto a inflación se refiere, de los últimos ocho años.El Índice de Precios al Consumidor aumentó el 0.12 %, con lo que ya sería un 5.82% de lo que va del año.
Además, si comparamos este incremento con el del mismo periodo del año anterior, cuando se registró una reducción mensual de -.32% y una inflación anual de 2.54%, podemos estar seguros que lo que resta del año no será en nada positivo para los mexicanos.
Cuando a principios de año se habló del incremento a las gasolinas, el mentado #Gasolinazo, desde el mal gobierno se escucharon voces que no se cansaban de repetir que el brutal aumento no impactaría en los bolsillos de los mexicanos. Pues bien, aquí está una vez más la prueba de que el mal gobierno, siempre miente.
No son datos que vengan de uno de esos organismos que están ‘contra el gobierno’, ¿verdad? Son datos oficiales de una organización neoliberal, que conduce los destinos de muchos países y que, muchas veces, dicta las leyes. Así que los ‘aplaudidores del sistema’ tendrán que buscarse un pretexto nuevo, porque es apabullante lo que la propia OCDE dice sobre nuestro país; literalmente estamos hasta abajo en la lista. La calidad de vida en México, está muy lejos de los países que encabezan este estudio y se parece más a países de Sudamérica, que no pertenecen a ella o a países africanos, donde la pobreza azota a prácticamente todo el mundo.
Estamos condenados a vivir en la pobreza. Cuando menos, mientras el pueblo siga optando por sostener a un gobierno como el que tenemos. No hablamos de partidos, más bien de un sistema corrupto que además empobrece a los ciudadanos de manera programada y perfectamente planificada. Por más que el mexicano trabaje y se esfuerce, el sistema impide que la expectativa económica de las familias crezca. Es un juego perverso en el que los ricos se hacen cada vez más ricos y son cada vez menos, mientras que los pobres son cada vez más pobres y son más.