Fueron enviados por el mal gobierno a reprimir a la CETEG. Y entre las órdenes que seguramente llevaban estos sicarios de azul, estaba una que decía «no dejes evidencia», así que si se encontraban con un periodista que tomara alguna placa o un video, tendrían que actuar como lo hicieron con el fotógrafo de «Sur de Acapulco». La respuesta que le dan los uniformados al periodista, cuando se identificaba como Prensa, es contundente y refleja lo que el gobierno asesino piensa de quienes deben informarnos: «Nos vale v…».
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