El día 8 de abril en Las Choapas, Ver., la diputada con licencia por Morena, Eva Cadena Sandoval, fue presentada como la «elegida» para encabezar la lista a la alcaldía que se disputa en junio. López Obrador, fiel a su estilo del «santo dedazo», anunciaba que como ya había ganado la elección federal a la diputación en la elección del año anterior, ya no era necesario que se votara internamente y que con la votación anterior era más que suficiente. Los gritos de «¡No, imposición, no imposición!«, sirvieron de muy poco, porque la candidata ya había sido ungida.
Al terminar el evento, entre el tumulto de gente se escuchó una pregunta: «¿Eva no es corrupta?» y la respuesta que dio AMLO es muy clara: «lo que diga mi de-di-to», mientras movía su índice en señal de ‘no’.
Dos días antes, la candidata ungida, la no corrupta, la que ya había ganado y por la que no era necesario hacer una elección interna; se reunía con una mujer que le entregaba quinientos mil pesos en efectivo, porque a Cadena Sandoval, según la mujer, «…(AMLO) le tiene mucho cariño y es de su absoluta confianza…»
La mujer, de quien se desconoce el nombre, explicaba a la muy amiga de AMLO que ése dinero era porque sus amigos simpatizaban con el proyecto de López Obrador y se estaban sumando porque creían e su compromiso para cambiar las cosas.
La publicación de un video donde quedó grabada la entrega de esos recursos, en poder de El Universal, exhibe un nuevo caso de corrupción dentro de las filas de Morena y que, como es lógico, los seguidores del Peje negarán y negarán, aunque haya video y las imágenes sean contundentes, por una sencilla razón: para ellos, AMLO es el único político que anda entre estiércol y no se embarra. Dirán que es otro «compló», que lo tramó «la mafia del poder» y que el nuevo «bejaranazo» fue planeado en alguna de las oficinas del delincuente Salinas o de sus amigos criminales. Pero una cosa sí que no harán: cuestionar a sus líderes, a sus dirigentes y mucho menos al Mesías.
Aquí les dejamos el video. Ustedes juzguen.