Después de que la prensa estadounidense ha permitido que el foco internacional se colocara en la situación mexicana, es decir, después de que el mundo se ha enterado de las atrocidades cometidas por el narcoestado mexicano, nuestro vecino del norte mandó este miércoles un mensaje preocupante a través de su Secretario de Estado John Kerry:
“México es un vecino y un socio privilegiado de Estados Unidos que atraviesa un momento muy difícil”
“Apoyaremos al presidente Peña Nieto en sus esfuerzos para promover las reformas fundamentales de seguridad y justicia que México merece.”
Pareciera que la tragedia de Ayotzinapa será el pretexto perfecto de EUA para justificar ante México y el mundo un apretón de soga a la MILITARIZACIÓN Y AL INTERVENCIONISMO ESTADOUNIDENSE EN NUESTRO PAÍS. O ¿a qué otra ‘ayuda’ si no es la militar se puede referir Kerry?
La estrategia no es nueva. En Medio Oriente se inventan guerras que desestabilizan la zona con el objetivo de facilitar el saqueo de petróleo y recursos. En México, las medidas son distintas porque nuestros gobiernos, que sacan partido de la situación, abren las puertas sin la mínima resistencia.
Pero la presencia del ejército en la vida civil del mexicano ha sido ya lo suficientemente dañina. El ejercito no ha sido otra cosa más que el instrumento para llevar a cabo el terrorismo de estado que por una parte encubre y coopera con la delincuencia y, por otra, esclaviza y reprime al mexicano.
Al parecer los intereses del capital van más allá. Son necesarios más militares en las calles que mantengan el terror, que garanticen que existan más campesinos sin tierras, más minas usurpadas por el narcotráfico, más mano de obra barata. En pocas palabras: las medidas de ‘seguridad’ propuestas por el narcoestado y sus promotores estadounidenses no responden a otro interés más que el de mantener un control más agresivo de nuestra gente, nuestros recursos y nuestro trabajo.
La lógica y la experiencia no nos mienten: al aumento de la militarización corresponde un fortalecimiento del narcotráfico… Con todo, Kerry y Peña Nieto van por más.
A esto debemos añadir un gesto que llama la atención. El Secretario de la Marina Armada de México, Vidal Francisco Soberón, pronunció en un acto oficial una serie de frases que se colocan entre el compadrazgo político y la amenaza punitiva a la protesta:
“Y más coraje me da de que esta gente que está manipulando a los padres de familia no les interesa ni los padres ni estos muchachos”, “hay grupos, y lo especifico, grupos y personas que son las que aparecen continuamente con ellos, creo que no hay necesidad de contestarte exactamente quiénes son, salen en televisión y tienen ahí su nombre, y este grupo que aparece en todos lados, cerrando caminos, y demás, y buscando otro tipo de cosas, ¿no?.. de partidos, no me referí a ningún partido”
¿Desde cuando la marina se coloca como sujeto de diálogo político? ¿Frente a qué estamos? ¿Frente a un vacío de poder que quiere ser llenado con la presencia de la milicia en la política? Es decir, ¿con la militarización de la política?…
¡Fuera el ejercito mexicano de nuestras calles! / ¡No a la interferencia política ni militar estadounidense! / Señalamiento explícito de la participación del ejército en los crímenes de lesa humanidad acaecidos en Ayotzinapa.