En un asqueroso programa de Radio UNAM, un tipejo llamado Marcelino Perelló, escupió una de las barbaridades más grandes que NOSOTROS hemos escuchado. Cuando en la tertulia radiofónica, en la que además se escucha a una mujer, salió a tema el reciente caso de los «porkys de Veracruz» y la liberación de Diego Cruz, uno de los violadores de la joven Daphne, Perelló explicaba que lo ocurrido a la joven y lo que hicieron la bandita criminal de niños ricos, no era una violación. Daphne, para el tarado de Radio UNAM, «seguramente estaba <<metible>>» y que además, como Diego Cruz no la penetró con el pene, sino con los dedos, no podía hablarse de una violación. Según él y su frase que quedará para la historia, como una de las estupideces más asquerosas de toda la historia (no exageramos, piénsenlo y verán que es verdad): «sin verga, no hay violación». El cerdo Marcelino Perelló minimiza la violencia sexual, los ataques sexuales y el terrible delito de la violación, pese a que es un cáncer de la sociedad no solo mexicana, sino mundial.
El Código Penal Federal en México, dice en su Artículo 265:
«Al que por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de cualquier sexo, se le impondrá prisión de ocho a catorce años.
Para los efectos de este artículo, se entiende por cópula, la introducción del miembro viril en el cuerpo de la víctima por vía vaginal, anal u oral, independientemente de su sexo.
Se considerará también como violación y se sancionará con prisión de ocho a catorce años, al que introduzca por vía vaginal o anal cualquier elemento o instrumento distinto al miembro viril, por medio de la violencia física o moral, sea cual fuere el sexo del ofendido».
NOSOTROS, después de escuchar a Perelló y leer el código penal, solo podemos decir, que repudiamos la violencia machista; que repudiamos la normalización de los abusos sexuales de cualquier tipo y que exigimos a la Universidad Nacional Autónoma de México, que se sostiene con los impuestos de NOSOTROS, vigilar que en los espacios de comunicación y difusión, no vuelvan a aparecer imbéciles como ése, que escudándose en la «libertad de expresión», estén incitando a la violencia, minimizándola u omitiéndola.
En el video, las plabras de Marcelino Perelló.