En tiempos cuando ‘El Güero Palma’ era uno de los capos más activos en el tráfico de drogas en México, en Sonora era Jefe de Plaza el delincuente Beltrones. Ambos convivían muy pacíficamente en el estado; el primero era quien le pagaba al segundo por permitirle ‘trabajar’ y darle protección en su labor. Es imposible pensar que no fuera de esa forma; debemos entender que el crimen organizado no existiría sin la connivencia entre criminales de los cárteles y criminales del mal gobierno. ¿Qué pasará ahora que el socio de Beltrones ya está libre? ¿Seguirá la simbiosis? ¿Qué otra cosa puede hacer un narcotraficante, que no sabe hacer nada más que traficar drogas? ¿Qué otra cosa sabe hacer un delincuente como Beltrones, que no sea estar coludido con el narcotráfico?
