Este es un hecho inédito. Jamás habían aparecido mantas amenazando a ninguno de los delincuentes que han estado sentados en la silla presidencial. Hubo casos, con Calderón, donde los cárteles le enviaban mensajes, pero jamás lo amenazaron. ¿Será que hasta estos delincuentes lo odian? Irapuato es el primer lugar donde se da este fenómeno y estamos seguros que, cuando menos, a las altas esferas del poder en México, les llamó la atención.
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