Ante la detención de la abogada Susana Prieto, reconocida por su lucha a favor de los trabajadores de la frontera, López dice que no habrá «manejo arbitrario» del caso.
El lunes detuvieron en Tamaulipas a la abogada Susana Prieto Terrazas, reconocida por su lucha a favor de los trabajadores de la industria de las maquiladoras, en la frontera norte.
Ya existe una queja para que su detención se remita a la CNDH, así como la intervención de Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría del Trabajo.
Grupos defensores de DD.HH. señalan que esta detención obedece a presiones por parte de la industria estadounidense, pues han visto afectados sus intereses por la labor de la abogada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que desde el primer día pidió que se revisará el caso.
López sostuvo que sobre la detención de la Lic. Susana Prieto dió instrucciones para que se analizará la situación.
“Somos respetuosos de las libertades y por eso éste asunto no creo yo sea una petición del gobierno estadounidense porque no se atreverían a hacer eso”, arguyó López.
Asimismo, garantizó que se garantizará el “estado de derecho” para que el caso de la defensora Susana Prieto no exista un proceso injusto.
Estas declaraciones de López sobre la detención de Susana Prieto fueron dadas en la «mañanera» de este viernes.
La periodista Jesusa Cervantes, en el espacio «Zona de Impacto» de Rompeviento TV, da cuenta de una investigación de la ONU sobre el caso Ayotzinapa, donde se habla de la tortura que habrían sufrido cuando menos una treintena de los detenidos acusados de la desaparición de los 43.
Mientras estamos observando otros temas, que también son importantes, como la espía que el mal gobierno del delincuente Peña Nieto hace sobre periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, hemos pasado por alto este tema tan delicado, que pone al gobierno de México contra las cuerdas y que demuestra que los organismos internacionales no ha cerrado el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa, aunque en México ya no se hable de ello.
Jesusa Cervantes nos recuerda que incluso en la reciente reunión en Cancún de los países que integran la OEA, la Canciller venezolana, Delcy Fuentes, le reprochó al delincuente Luis Videgaray la falta de atención que se pone a las graves violaciones de derechos humanos que se viven en nuestro país, mientras que se está tratando de dar clases de «democracia» a países soberanos como Venezuela.
Compartimos ustedes el video de Rompeviento TV sobre la investigación que realiza la ONU sobre el tema de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala en 2014.
La Universidad Autónoma del Estado de México propuso para el Premio Nobel de la Paz 2017 al sacerdote Alejandro Solalinde y su postulación acaba de ser aceptada apenas el día de ayer. Es un reconocimiento a la gran labor que ha realizado durante muchos años en favor de los migrantes que cruzan por nuestro país con rumbo a los Estados Unidos y que se ven en peligro por múltiples motivos al hacerlo. Pese a que el Nobel de la Paz se haya devaluado tanto y que personajes como Obama hayan sido nominados y lo ganaran, no cabe duda que el simple hecho de mencionar a Solalinde como posible ganador, es un premio que ya no necesita más.
Luego de que el defensor de derechos humanos y ambientalista, Gustavo Castro Soto, sobreviviera a un ataque perpetuado por sicarios en Honduras el pasado 3 de marzo, donde lamentablemente perdió la vida Berta Cáceres, una incansable luchadora por el medio ambiente, ahora su vida corre peligro en ese país por las represalias que pudiera sufrir y por el nulo interés de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de traerlo de vuelta a México.
Siempre que aparece el enano genocida, Felipe Calderón, en la escena pública, es para decir estupideces y someternos a la vergüenza de haberlo soportado seis años en la presidencia de México. ¿Qué tipo de lecciones pretende dar a cualquiera el principal responsable de la masacre interminable que estamos viviendo? ¿Qué Derechos Humanos defiende? Él, el que tuvo en la cárcel presos políticos, el que reprimió y abusó del poder político, el que se alió con criminales para ‘mantener el control’. Felipe Calderón, además de enano genocida, es un bocón.