Circula en redes sociales un video donde se hace el recuento de los doce Jefes de Plaza del Cártel del Gobierno más corruptos. No son todos, de hecho faltan decenas de ellos, es decir, todos; pero los datos que revela el video, publicado por el usuario Mr. Blaky, son contundentes.
Pese a que cada vez es más frecuente encontrarnos con información de este tipo, la sociedad mayoritariamente sigue creyendo que la Marina Armada de México es la institución que tiene el más alto prestigio y credibilidad del país. Simplemente, no lo comprendemos. Todo esto, pese a que con datos de la Procuraduría General de la República, hemos demostrado que entre las mal llamadas ‘fuerzas de seguridad’, es precisamente la Marina la que tiene el mayor número de denuncias por desaparición forzada; también los hemos visto involucrados en ejecuciones extrajudiciales, como en el caso de Tamazula en Durango. Y una vez más los sicarios de Soberón son exhibidos como eso, como sicarios; como un brazo armado del Cártel del Gobierno.
De por si las policías en México no sirven, por múltiples motivos; y si a esto le sumamos que del presupuesto destinado a ellas, se roban prácticamente todo, es muy fácil entender, entonces, por qué se acerca el crimen organizado y los corrompe tan fácil. El delincuente Ortega, como sabía que estaría poco tiempo, entró a la Jefatura de Plaza con toda la intención de robar, lo más rápido posible y la mayor cantidad que se pudiera; pero no solo él, también el criminal Astudillo, con más calma, ya empezó a meterle mano al presupuesto, sin ningún pudor y muy al estilo del Cártel del PRI. Son más de 66 millones de pesos, que de buenas a primeras, desaparecen y no se usan en donde tendrían que usarse. ¡Son unos ladrones!
Dicen que las aspiraciones del delincuente Javier Duarte, son tan altas, que se atreve a soñar con ser presidente. Lo sueña y seguramente se visualiza tomando protesta en el Congreso, para que de inmediato se vaya a esculcar en el erario público y ver qué se roba. Posteriormente, llamaría a la prensa, les diría que se ‘porten bien’ y empezaríamos a ver ejecuciones de informadores en cada rincón del país. El cinismo del criminal Duarte, llega a tanto, que ya mueve piezas y prepara campaña, según él.
¡Qué clase de monstruos se atreven a cometer actos tan brutales como éste! En Guadalupe, Zacatecas, la ola de violencia vivió uno de los eventos más terribles en muchos años. No es que nos extrañe que ocurran estas cosas; de hecho sabemos que pasan y que muchas veces ni nos enteramos. Nos recuerda al caso de aquél casino en Monterrey, donde los criminales prendieron fuego al lugar, mientras estaba lleno de clientes.