Santiago Meza Flores, «El Pozolero» saldrá de la cárcel en abril.
Santiago Meza Flores, el narco que disolvió mas de 300 cuerpos en ácido saldrá de la cárcel en el mes de abril si es que la fiscalía no logra imputarle algún otro delito.
Fue detenido en el año 2009 y sentenciado en el año 2012 a tan solo 10 años de prisión.
A Santiago Meza Flores lo apodaron «el pozolero» pues era el encargado de “cocinar” a narcotraficantes rivales en ácido hasta quedar completamente disueltos y luego arrojaba ese liquido en una fosa séptica. Trabajaba para el cártel de los Arellano Félix.
Santiago Meza Flores fue capturado en 2009, en la ciudad fronteriza de Tijuana, entonces envuelta en una cruenta batalla entre grupos criminales, principalmente el clan de los Arellano Félix y la célula delictiva Los Teos, liderada por García Simental.
En el predio conocido como la Gallera (donde antiguamente se criaban gallos) ,el Pozolero deshizo personas, y lo mismo realizó en diferentes sitios de Tijuana.
El Pozolero confesó al ser detenido que su trabajo (que ofrecía por 600 dólares a la semana) consistía en sumergir los cadáveres que le llevaban en ácido, revolverlos durante 24 horas y finalmente arrojarlos a una fosa séptica.
El último trabajo que realizó antes de su detención (en 2009) fue encargo del ex lugarteniente de los Arellano Félix, Teodoro García Simental ,mejor conocido como «tres letras» : convertir en caldo a 300 narcos rivales.
En México, el pozole es un platillo local, altamente apreciado en la cultura nacional, que se prepara con maíz, chile y carne de cerdo pero Santiago Meza Flores tenia su propia satánica versión de la receta:
A una tina con capacidad para 200 litros, la llenaba hasta la mitad de agua, luego dos costales de soda caustica y al final los pedazos de cuerpos descuartizados. Entonces dejaba hervir la mezcla en el fuego por ocho horas para que se desintegraran casi por completo. Lo poco que no se quemaba, como los dientes, las uñas y pedazos de huesos, los llevaba a un terreno baldío donde los quemaba con gasolina y luego los enterraba.
“Yo prefiero mi trabajo a que ustedes se mueran de hambre”
Declaró su esposa Irma que esto le decía el pozolero a su familia, justificando un acto tan atroz como cocinar cuerpos de personas en ácido.
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