La tragedia en Monterrey sí tiene origen en las redes sociales. Obviamente éstas, por si mismas, no son capaces de provocar que un joven salga a dispararle a la gente. NOSOTROS, por ejemplo, usamos las redes sociales para difundir acciones, noticias, denunciar al corrupto y criminal gobierno que tenemos, etc…. y no por ello salimos a dispararle a nadie. Pero sí son las redes sociales el nuevo «sitio» donde se juntan algunas mentes perversas que atraen a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, para cometer desde actos de ‘bullying’ o planearlo, hasta balaceras o ejecuciones. Los grupos secretos en Facebook, se han convertido en las nuevas ‘casas de seguridad’, si es que se quiere planear algún delito y lo pero es que ¡nadie hace nada por evitar que sigan surgiendo!
Cuántas veces hemos visto páginas de grupos del crimen organizado donde se hace apología al crimen, se suben videos de sicarios presumiendo sus acciones o se incita a cometer delitos. ¡Muchas, muchas veces! Estas páginas son muy comunes en las redes, hay cientos de ellas y cada día aparecen más.
Facebook y sus creadores, están más preocupados por seguir haciendo dinero, por censurar imágenes de mujeres dando pecho a sus bebés o por perseguir a quienes difunden información que señala a los criminales del gobierno, que por impedir que sigan surgiendo páginas de pornografía infantil o grupos donde los jóvenes planean actos tan graves como el generar un HT para Twitter que invite a la gente a saquear comercios.
La red social que más personas tiene en el mundo, no ha hecho absolutamente nada por depurar las cuentas de ‘bots’ o impedir que los ‘trolls’ sigan acosando a mujeres, niños y niñas; muy por el contrario, vemos que cada hay más cuentas con las que se cometen delitos amparados en el anonimato que Facebook les otorga.
No es que Facebook haya metido en la mente de un adolescente la idea de ir a dispararle a sus compañeros y profesora en la escuela, pero sí fue en un grupo de esta red donde se difundió el acto, se hizo apología a la violencia y se aplaudió la tragedia. ¿No tiene ninguna responsabilidad Facebook, entonces?