Los grupos paramilitares, a quienes el mal gobierno llama ‘cárteles’, como una forma de desligarse de ellos, tienen tomada la entidad más violenta del país, Guerrero. El asesinato de una precandidata por el PRD (el mismo partido de José Luis Abarca y Ángel Aguirre), pone en el ojo del huracán la ‘seguridad’ para que el proceso electoral se pueda realizar. En los últimos años, 60 miembros de ese partido han sido asesinados, así como otros políticos del PAN y PRI. ELLOS siembran el terror en el estado, provocan la parálisis del pueblo y después, cínicamente, llaman a los ciudadanos a votar, por los cómplices nuevos que habrán de ocupar los cargos públicos.
