Es entre alegría, un poco de revancha, mucho coraje y un nudo en la garganta lo que se siente al ver esta protesta. Los hipócritas lacayos que el mal gobierno coloca en las embajadas del mundo, como agentes de ventas, gerentes de marca o algo similar; son capaces de ir a eventos donde hacen homenajes a mexicanos que tuvieron más dignidad que ELLOS en casos similares. Octavio Paz, cuando el PRI masacró estudiantes en 1968, renunció a su cargo de embajador. Y éste tipejo, se queda pasmado cuando se lo recuerdan. ¡Gracias a estos hombres y mujeres valientes que pusieron en su lugar al hombrecito que el mal gobierno tiene como embajador en Suiza!
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