Con todo lo que hemos visto ocurrir en Michoacán; miles de mantas donde grupos de delincuentes o personas que realmente se defienden y procuran que el pueblo busque unirse, no podemos asegurar que esta nueva manta sea de cualquiera de esos dos bandos. Lo que sí sabemos es que, el discurso oficial, del Jefe de Plaza, el delincuente Silvano Aureoles, nada tiene que ver con la realidad y que, todos los días, en prácticamente todo el estado, se siguen dando ejecuciones, secuestros, asaltos y se siguen cometiendo toda serie de delitos. Los niveles de violencia no han bajado, solamente han desaparecido de las pantallas y de los diarios de paga en la entidad y el país. Solo podemos recomendar, cuidarnos entre NOSOTROS, porque después de una década de violencia en Michoacán, sabemos bien que ELLOS no harán nada por evitar que esto siga.
