Una imagen dice más que mil palabras. Probablemente ‘se les fue’ y no pensaron que nos habríamos de fijar; pero probablemente lo hicieron con toda la intención de provocar mucho más a la gente. Ver a «El Cepillo» caminar, escoltado por dos de sus sicarios de azul, con las manos atrás y simulando estar esposado, es de un cinismo enorme y sí es una provocación al pueblo.
No es que queramos ver a ninguna persona humillada, golpeada o vejada delante de nadie; sin embargo, esta acción nos recuerda a otras supuestas ‘detenciones’ donde hemos visto a los criminales caminar como ‘jefes’ custodiados por uniformados. Y nos podemos plantear varias preguntas: ¿de qué se trata este show? ¿es una farsa?
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