Alejandro Solalinde es un sacerdote católico mexicano. Nació en Texcoco, Estado de México, en 1945. Antes de 2018 era un defensor de los migrantes, después de ese año se convirtió en un defensor férreo del gobierno de López Obrador. Y los migrantes ya le importan menos que nada.
Antes de la elección federal de Julio de 2018, Solalinde ponía el pecho por los migrantes centroamericanos que cruzaban por nuestro país con la ilusión de alcanzar el mal llamado «sueño americano». Incluso, medios de Honduras en 2015 informaban que Solalinde acompañaba a los migrantes:
El sacerdote y activista Alejandro Solalinde, quien encabeza el Viacrucis Migrante, dijo vía telefónica a EFE que los participantes de la caravana, unas 290 personas, hicieron una escala en Tehuacán, estado de Puebla, antes de emprender el último tramo del camino hacia la capital, a donde esperaban llegar alrededor de las 02:00 hora local de este sábado».
Durísimo crítico de los gobiernos criminales de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, a los que señalaba por ser corruptos, Solalinde poco a poco fue ganando notoriedad entre los ciudadanos que apreciaban y aplaudían sus acciones humanitarias y su valor para decir lo que muchos pensaban.
Con el arribo de Peña Nieto a la presidencia, asegura Solalinde, “el gobierno federal ha estrechado lazos con la jerarquía católica, para ver en qué forma pueden bajarnos a nosotros. Por medio de la Pastoral de la Movilidad Humana –área de la iglesia católica que coordina la red de albergues y comedores más amplia del país, dispuesta para la atención de migrantes–, han empezado acciones intimidatorias en contra de nosotros y de las personas afines a la defensa de los y las migrantes, particularmente las más vulnerables a la presión de los obispos, como son las religiosas, y esto sucedió porque nosotros no hemos dejado de señalar lo que el gobierno hace mal.” – decía Solalinde en Febrero de 2014 a 4 Vientos.
Al acercarse la elección federal de julio de 2018, Alejandro Solalinde tomó partido y decidió apoyar abiertamente a López Obrador. En principio, esto no tendría absolutamente nada de malo, incluso no violaba ninguna ley, pese a que desde las Leyes de Reforma el Presidente Juárez haya separado Iglesia y Estado.
El problema radica en que esa cercanía a López Obrador lo alejó de los principios que defendía. Sorprendía leer o escuchar declaraciones que iban contra aquellos a los que antes acompañaba y defendía en las múltiples caravanas de migrantes.
El periodista Carlos Martínez publicó el 21 de noviembre de 2019, en El Faro, una de las entrevistas más reveladoras sobre cómo había cambiado el discurso y la actitud del sacerdote desde la llegada de López Obrador a la Presidencia.
Alejandro Solalinde ahora priorizaba las acciones del nuevo gobierno, los migrantes ya no eran los primeros, incluso los tachaba de problemáticos:
Alejandro Solalinde, quien fuera una de las figuras más emblemáticas en la defensa de los derechos humanos de los migrantes, cree que hoy por hoy no es posible acompañar a los indocumentados centroamericanos en su empeño de llegar a Estados Unidos. Asegura que es momento de cerrar filas alrededor del gobierno de México y evitar a toda costa que la migración se convierta en un problema diplomático para la administración de Andrés Manuel López Obrador».
¡Sí, lo perdimos! El cambio radical en el discurso y sus acciones solo se puede entender por esa cercanía al actual Presidente y… y no quisiéramos pensar más. La entrevista que realizó Carlos Martínez es digna de lectura, para saber lo que hoy defiende Solalinde y lo que considera que representan ahora los migrantes. La puedes leer completa aquí.
Hemos rescatado algunos de los mensajes más controvertidos que en las últimas semanas ha escrito el sacerdote en sus redes sociales:
Pero, sin lugar a dudas, lo más ridículo que ha dicho o escrito el sacerdote, exdefensor de los migrantes y hoy defensor de López, es que López Obrador es «un santo».
En entrevista con el periodista de Milenio, Fernando Del Collado, en el programa «Tragaluz», a pregunta de éste, Alejandro Solalinde «santificó» a López. Es el más claro nivel de sumisión y ridiculez que hemos escuchado de su boca. ¡Lo perdimos! Escúchenlo ustedes mismos y opinen.
¡Qué lejos quedan aquellos tiempos cuando desde España le entrevistaban por su nominación al Nobel de la Paz!
Pues yo no creo que sea totalmente descartable la posibilidad de que la enfermedad esta haya sido desarrollada como arma bacteriológica. Digo, no es por defender a este señor (ni al Peje) ni por tomar partido por nada, pero a como están las cosas tampoco sería descabellado que hubiera sido así. De momento sólo queda esperar.