Ha pasado más de un año, desde que en Michoacán, el mal gobierno había asegurado que con la llegada de Castillo y su gente, las cosas habrían de cambiar. Ni cambiaron, ni mejoraron poquito, siquiera; están igual y van a peor. Los cárteles se han dividido los territorios y a aquellos que se interponen, los asesinan; sean estos policías o no. Este es el resultado de la mal llamada ‘estrategia de seguridad para Michoacán’.
