Siempre lo hemos dicho: las aduanas y fronteras de México, son una coladera. Las complicidades de funcionarios y del mal gobierno, tanto mexicano, como estadounidense, han permitido que los cárteles de la droga se hayan hecho de armamento cada vez más efectivo y letal. El 70% de las armas que ingresan de manera ilegal a nuestro país y que van a parar a manos del crimen organizado, entran por la Frontera Norte; pero no solo es Estados Unidos el proveedor de ellas, también países de Asia y Europa han comerciado con los narcotraficantes y han metido a México miles de armas. Hoy, las organizaciones más peligrosas, cuentan con armas capaces de perforar blindajes y derribar helicópteros, como lo vimos el año pasado en Jalisco.
