El México de la barbarie se muestra nuevamente, ahora en Nayarit. Un punto a destacar en esta tragedia, es que después de un conflicto familiar por la propiedad de un terreno cafetalero, que fue denunciado a las autoridades, para que resolviera en favor de unos u otros y a la nula respuesta de ésta, los miembros de la familia se enfrascaron en una pelea que derivó en el multihomicidio. Esto no le resta ninguna culpabilidad a los asesinos, pero sí le abona responsabilidad a las autoridades que ante su omisión e inoperancia permitieron que el conflicto escalara a estas magnitudes. Una bebé de 1 año murió y dos ancianos fueron brutalmente golpeados, torturados, amarrados y quemados vivos.
