El uso de la fuerza letal por parte de las mal llamadas ‘fuerzas de seguridad’, parece estar al libre criterio de los sicarios uniformados; ELLOS ‘evalúan’ y después ‘deciden’ cuándo utilizar sus armas, para ‘cumplir’ con su misión. El problema es que no existen protocolos claros para que puedan emplear ésta, la última opción que deben usar. Nos quedamos pensando, sobre la actuación de estos delincuentes uniformados, qué pasaría si en lugar de haber entrado a un domicilio particular, el secuestrador se hubiera refugiado en una escuela. ¿Habrían disparado de igual forma, justificando su actuar, en el ‘cumplimiento de su deber’? ¿Habría salido el delincuente César Duarte a felicitarlos por haber detenido a un secuestrador, aunque en el ‘esfuerzo’ cayeran decenas de niños. ¿Son estos los llamados ‘daños colaterales’ que ‘justifican’ la pérdida de vidas inocentes?
