Sin lugar a dudas el traslado de Joaquín Guzmán Loera, desde un penal federal de alta seguridad a otro con condiciones menores de ella, es cuando menos ‘sospechoso’. Muchos dicen que puede deberse a la posibilidad latente de extraditarlo a los Estados Unidos, pero aun así no se entiende por qué lo llevan a un sitio donde están recluidos decenas de sus enemigos más peligrosos, los del Cártel de la Línea. ¿Qué planea el mal gobierno con esta estrategia sin sentido? ¿No que decían que El Altiplano seguía siendo el lugar más seguro para tenerlo recluido, pese a que ya se fugó del lugar una vez? Insistimos; ¿será que quieren ‘suicidarlo’?
