Hace unos días, ELLOS anunciaban que ‘Guerreros Unidos’ estaba prácticamente desarticulado; que los líderes habían caído y señalaban a la esposa de José Luis Abarca como la ‘jefa’ de esa organización criminal. Una vez que dieron por cerrada la investigación sobre la desaparición de los 43 compañeros de Ayotzinapa, decidieron que los sicarios de azul y verde que estaban en Cocula, ya podían regresar a sus cuarteles; más tardaron en dar la orden, que en lo que estos paramilitares aparecieron en la escena nuevamente, haciendo lo que están encomendados a hacer: sembrar el terror.
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