Como si se tratara de un pastel, los cárteles del narcotráfico, previa autorización de los cárteles del gobierno, se dividen los estados para realizar sus actividades criminales. En Guanajuato, de sur a norte y en el corredor industrial, desde Irapuato a León, las rutas y las plazas ya están señaladas y repartidas. Dos cárteles, principalmente, son los dueños del estado: el Cártel de los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación. No hace mucho, unos 10 años, el estado estaba libre de la violencia que se vivía en el vecino Michoacán o en Jalisco; hoy, nadie está a salvo de la delincuencia en el bastión panísta, que fue pactado y entregado, para obtener dividendos de las organizaciones delictivas.
