Es cuando menos ‘extraño’ que un gobierno tenga ‘fosas comunes’ de las que no lleve un registro y un control; donde los cadáveres se amontonen sin que se abran expedientes y que se quiera mantener en secreto. Bueno, en realidad esto sería extraño en otro país, pero no en México; porque estamos seguros que las fosas clandestinas de este tipo, son más que comunes en todo el territorio y que cada Jefe de Plaza tiene la suya. En ellas, seguramente, los delincuentes que mal gobiernan México, se deshacen de sus ‘detractores’.
