El Cártel del Partido Verde Ecologista de México (que no es partido, no es verde, no es ecologista y no es de México), tiene entre sus filas a delincuentes como éste. Un diputado que practica el populismo en una de sus máximas expresiones: regalar dinero. Es vergonzosa la forma en que estos parásitos ven la política y ‘resuelven’ los problemas de la gente. ¿De qué le sirve al pueblo que, haciendo alarde de su riqueza, un diputado les de billetes, como si fueran dulces a los niños? ¡De nada! El pueblo necesita acciones contundentes y eso esperaría de sus representantes; no regalos y paternalismo absurdo.
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