Sicarios de la Secretaría de la Defensa Nacional decomisaron un verdadero arsenal a la facción del Cártel de los Zetas, la Vieja Escuela, en Nuevo Laredo.
No debería sorprendernos que haya tantas armas recorriendo las calles de nuestro país, si sabemos que las aduanas mexicanas son verdaderas coladeras y que los funcionarios que están en ellas son «baratos» cuando se habla de miles de millones de dólares lo que el tráfico de armas genera en el mundo.
El narcotráfico del que habla Trump (… es binacional). Videocolumna de Miguel Pulido.
Hace tan solo unos días sabíamos de otro decomiso de semejantes dimensiones, pero en el otro extremo del país, en Sinaloa, que pertenecía al cártel del mismo nombre. El caso es que, por todos lados y a cada rato, los decomisos nos dejan en claro que México seguirá poniendo los muertos y los consumidores de droga en Estados Unidos el dinero para que el negocio se perpetúe.
Entre lo incautado se encuentra un cohete para RPG (antitanque) y equipo táctico, 78 fusiles AR-15 calibre 0.223″; 13 fusiles AK-47 calibre 7.62 por 39 mm, conocidas como «Cuerno de Chivo».
También aseguraron tres fusiles Barret 0.50; dos fusiles G-3 calibre 7.26 por 59 mm; dos rifles; cinco lanzagranadas, uno MGL 40 mm y cuatro artesanales, 13 granadas, 12 calibre 40 mm y una de mano; 30 mil cartuchos de diversos calibres; mil 30 cargadores para fusil AR-15; 349 cargadores para fusil AK-47 y 20 uniformes camuflados tipo militar.
Desde hace varios meses en el estado de Tamaulipas, se vive una guerra interna entre el Cártel de los Zetas, dividido en Del Noreste y la Vieja Escuela, que por obvias razones no se queda solamente entre el grupo de criminales, sino que trasciende más allá de estos y termina, como siempre, impactando en la población civil que nada tiene que ver.
Las mal llamadas «fuerzas de seguridad» pusieron el arsenal a disposición y no dudamos nada que en pocos días sigan su ruta y regresen a manos de los propietarios.