Varias universidades en el estado de Tamaulipas han sido blanco de los criminales, que ven en ellas una fuente segura y desprotegida, para obtener ganancias mediante el secuestro. El mal gobierno hace como que cuida y de hecho envía ‘vigilancia’ a los planteles, para no quedar tan mal ante los reclamos de estudiantes y profesores; pero días después, cuando ya no se habla del tema, retira a sus sicarios de uniforme, porque sabe que sus cómplices del crimen organizado necesitan recursos para seguir operando. Es así, tal cual lo dije, no es de otra forma; es una complicidad perversa que lleva a cerrar planteles y que el día de hoy tiene ‘desaparecido’ a un director de la UAT.
Visited 2 times, 1 visit(s) today