El Juzgado Octavo de lo Penal, dictó auto de formal prisión contra Rafael Portillo Abundis, quien es el presunto asesino intelectual de Samaí Márquez Salgado, quien en vida tenía 25 años de edad y se encontraba con dos meses de gestación.
Voceros del Tribunal Superior de Justicia informaron que se dio la misma resolución en contra de Claudia Portillo Abundis, hermana del presunto responsable del crimen, por haber falseado su declaración al tratar de encubrirlo.
En el celular de Rafael, fueron encontrados varios mensajes de Whatsapp en donde el acusado ofrecía una cantidad de cinco mil pesos por golpear a su novia embarazada (Samaí), ya que él era casado, con una hija, y eso afectaría su relación.
La idea presuntamente era interrumpir abruptamente el embarazo de Samaí Márquez.
Portillo Abundis, quien es propietario de un gimnasio, conoció a su víctima en ese lugar, a donde Samaí acostumbraba acudir ya que tenía una fuerte afición por el ejercicio.
En busca de tener una coartada, el presunto homicida pidió a sus cómplices que secuestraran a la joven el 17 de febrero, justo el día en que él cumplía años y que se encontraba en un festejo familiar.
Para reforzar esa versión, Portillo Abundis se tomó varias fotos del festejo en compañía de su familia y las subió a las redes sociales para que quedara constancia del lugar en el que se encontraba.
Sin embargo, según las investigaciones, el hombre salió de su fiesta por alrededor de dos horas, en las que presuntamente acudió al lugar donde se encontraba la joven secuestrada.
Samaí desapareció el 17 de febrero luego de que abordó un taxi. El pasado fin de semana su cuerpo fue localizado con un disparo en la cabeza, en las cercanías de la presa Valsequillo.
La hermana de Portillo Abundis fue detenida porque en su declaración aseguró que su familiar estuvo con ella todo el tiempo. Además, ocultó que había tenido comunicación telefónica con la asesinada.
De acuerdo con medios locales, en su primera declaración Rafael Portillo Abundis reconoció que había pagado 5 mil pesos a un amigo, pero que sólo había sido para que le dieran “un susto” a la víctima.