Según los datos oficiales, el viernes por la noche en Villa Unión, sindicatura de Mazatlán, hubo un enfrentamiento que dejó como saldo a 19 supuestos delincuentes muertos.
¿Estamos frente a un nuevo «Tlatlaya«? Quizás no, pero los antecedentes de las mal llamadas «fuerzas de seguridad» nos hace dudar muchísimo sobre la versión oficial y lo que realmente ocurrió.
Primero, en medios como El Blog del Narco, se habla de que los hechos ocurrieron cuando trataron de darle un «levantón» a una persona en un centro comercial en Villa Unión y que al tratar de defender a esta persona, los sicarios la asesinaron, así como a una persona más que estaba en el lugar. Mientras que las autoridades afirman que empezó con un enfrentamiento que dejó a dos personas de un grupo antagónico, muertas.
Posteriormente, la autoridad dice que en la huida, los criminales se toparon con miembros de la policía municipal de Mazatlán y que sin que existiera agresión por parte de las autoridades, los sicarios desataron una balacera. Una versión que hemos escuchado muchísimas veces y que no podemos entender. ¿Es posible que los criminales prefieran el enfrentamiento que el pasar inadvertidos?
La autoridad nos dice que decomisaron armas, entre ellas 11 de los llamados «cuernos de chivo», AK-47 y armas cortas. Vehículos y ni un solo hombre fue detenido.
¿Es creíble que los supuestos delincuentes al verse superados decidan pelear hasta la muerte? ¿Es posible que con ese tipo de armas no alcancen a ningún objetivo de la policía municipal, cuando menos, que siempre llevan armas de menor calibre que los delincuentes?
¿No estaremos ante un nuevo caso como aquél que en 2014 protagonizaron los guachos, contra supuestos delincuentes y que al final se supo que se trató de ejecuciones extrajudiciales?
Ya no les podemos creer. ELLOS se han ganado, con sus acciones, que en cada evento de este tipo, los ciudadanos dudemos que los hechos sean tal como nos los quieren presentar.
Contralínea, publicó en estos días un artículo que habla del balance entre muertos de los presuntos sicarios en los enfrentamientos con fuerzas de seguridad. Resulta que «nuestros muchachos», son los más letales del mundo.
Ese por ello que ante la duda, lo mejor es esperar, porque tarde o temprano las cosas salen a la luz, como en el caso de Tlatlaya o el de Tanhuato, en Michoacán.