Otro de los peligros a los que se tiene que enfrentar el ciudadano común, el que no viaja rodeado de escoltas, ni en coches blindados, como sí lo hacen los delincuentes del mal gobierno, es el tránsito por las carreteras del país. Los asaltos a transportistas, a autobuses de pasajeros y a particulares, se han incrementado en los últimos años. Los estados del sureste son los que más han padecido este delito y quienes más frecuentemente se ven entre las notas policíacas del país. ¿Y dónde queda la seguridad por la que se pagan impuestos para que precisamente estas cosas no ocurran?
Visited 1 times, 1 visit(s) today