Nos asusta lo diferente. Pero el que nos asuste, no es motivo para odiarlo y mucho menos para acabar con ello. El mundo es diverso y lo es porque las posibilidades son infinitas. El asesinato de Alessa Flores es el tercero en dos semanas en México; somos el segundo país en el mundo con la mayor cantidad de asesinatos a personas transexuales y eso no debe enorgullecernos, al contrario, debe llevarnos a la reflexión. Si esto pasa, entonces el problema no es de estas personas, sino nuestro: algo muy grave está ocurriendo en nuestra sociedad, como para que un dato tan duro desnude la hipocresía y el machismo que como pueblo tenemos. Lamentamos mucho que así sea y esperamos que Alessa, Paola e Itzel, sean los últimos casos en México. #VivxsNosQueremos.
