Cobrándose el favor prestado, hoy Televisa se apodera de los espacios de poder que tendrían que ser intocables para cualquier persona: PGR, INE, SHCP y SCJN. En una maniobra política, donde Emilio Azcárraga ha ido colocando en cada una de estas dependencias a su propia gente, ante la debilidad de quien fue ayudado a llegar a la silla presidencial; hoy los poderes se reúnen en torno a una empresa que ha sido cáncer para la sociedad mexicana. Sí, se puede decir sin temor a equivocarnos, que Televisa manda en México y que son ELLOS quienes deciden el rumbo que sigue el país y que siempre estará encaminado a beneficiar al emporio televisivo, dejando de lado el bienestar de la población.
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