Análisis: Ética, poder e insurrección de los saberes

13994_811396198904256_7590352794370916040_n

Ética, poder e insurrección de los saberes (con un ensayo gráfico sobre la infiltración paramilitar en la organización estudiantil)

Por Anel Hernández Sotelo

…la opacidad y la impenetrabilidad (la nueva incertidumbre radical respecto a las consecuencias últimas de nuestros actos) no se deben a que seamos marionetas en manos de algún trascendente poder planetario (el destino, la necesidad histórica, el mercado), sino, antes, al contrario, a que “nadie lleva las riendas”, a que “ese poder no existe”, no hay ningún “Otro del Otro” manejando los hilos; la opacidad nace, precisamente, porque la sociedad contemporánea es enteramente “reflexiva”, ya no existe naturaleza o tradición que proporcione una base sólida sobre la que pueda apoyarse el poder […] El principal atolladero de la sociedad del riesgo reside en la brecha creada entre el conocimiento y la decisión, entre el encadenamiento de las razones y el acto resolutivo del dilema (en términos lacanianos: entre S2 y S1): nadie puede “conocer realmente” el desenlace final; la situación es radicalmente “indecible” y, aunque el conocimiento no nos ayuda, TENEMOS QUE DECIDIR.

Slavoj Žižek, En defensa de la intolerancia.[1]

 

El término reflexión, que se emplea para referir al “fenómeno por el cual ciertas radiaciones luminosas cambian de dirección, al no ser absorbidas por una superficie sobre la que han incidido, pero sí rechazadas y difundidas (sin que sus rasgos monocromáticos resulten modificados significativamente)”[2], es utilizado indiscriminadamente como sinónimo de ponderación, meditación y pensamiento al interior de las aulas universitarias. Profesores y estudiantes reflexionan sobre los problemas del mundo contemporáneo dentro del sacro espacio de cognición que es la universidad.

(más…)

Bruta, ciega y sordomuda. La academia mexicana y la domesticación del pensamiento crítico

Diapositiva1

Por Anel Hernández Sotelo

De Letras del Norte

Estado y gobierno son dos nociones que en la praxis política mexicana se funden en una sola. Justo sería entonces reconocer el legado de Luis XIV a los fundamentos de la “democracia” mexicana. Si bien, resulta poco probable que quienes ostentan los cargos de gobierno sean capaces de esbozar un somero perfil histórico del monarca francés, en la práctica ejercen el poder con la máxima que a éste se le atribuye: “El Estado soy yo”. Y es que en México el Estado es el presidente, aunque también lo es el policía judicial, el diputado, el senador, el presidente municipal, el jefe delegacional, la secretaria del Ministerio Público, el juez de oficio, el empresario, el narcopolítico, el presentador del noticiero, el arzobispo y, más recientemente, son también Estado los dirigentes de la Policía Federal, la Policía Rural, la Fuerza Ciudadana y la Gendarmería. En este país miserable, el que humilla, ofende, desprecia, oprime, viola y mata es Estado. Los demás son sólo súbditos.   

(más…)

Nos faltan 43: Rector de la UAM Azcapotzalco. #SOSporMéxico.

43En la movilización que se está dando en todo el país, las escuelas, las universidades, los estudiantes y los académicos, tienen que jugar un papel importante. Son ellos los que deben alzar la voz y acompañar primero la causa de otros estudiantes y otra escuela que fue agredida. La solidaridad de la UAM Azcapotzalco es aplaudible y también la de cada uno de los académicos que se han sumados. Si nos tocan a unos, nos tocan a todos.