Congreso Nacional Indígena y EZLN instalan centro de acopio para apoyar a indígenas y campesinos en Guerrero

Congreso Nacional Indígena y EZLN instalan centro de acopio para apoyar a indígenas y campesinos en Guerrero

Como siempre sucede cuando se trata de ayudar, el Congreso Nacional Indígena y el EZLN se unen y ponen a disposición un sitio como centro de acopio para apoyar a los compas de Guerrero, principalmente campesinos e indígenas. A ellos no los rescatará ningún gobierno.




Compartimos con ustedes el comunicado conjunto que publicaron el día de hoy.

EN APOYO A NUESTROS HERMANOS ORIGINARIOS EN GUERRERO

Octubre del 2023.

A LOS PUEBLOS Y GOBIERNOS DE MÉXICO Y DEL MUNDO:
A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL:
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

Con mucha consternación hemos visto como el huracán Otis golpeó con furia inusitada las costas del estado de Guerrero, provocando la muerte de decenas de seres humanos y la destrucción de pueblos y ciudades. Nuestrxs hermanxs de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, en el municipio de Coyuca, estado de Guerrero, e integrantes del Congreso Nacional Indígena, nos han informado del daño que este huracán ha causado en las comunidades indígenas y campesinas de dicho estado y en particular en los pueblos de la Costa Grande de dicha entidad.

Este huracán no es un fenómeno atípico, como lo señalan los medios de comunicación y los malos gobiernos, es producto directo de la destrucción provocada por el capitalismo, por el daño, cada vez mayor, que las grandes empresas y las políticas de los gobiernos, provocan a nuestra Madre Tierra. Lo atípico no es el huracán, lo atípico es este violento sistema que se sostiene con base en guerras, en pandemias y en la explotación y el despojo descarnados de millones y millones de seres humanos y de la naturaleza.

Frente a estos acontecimientos tan graves ocurridos en Guerrero, observamos como el gobierno de la mal llamada cuarta transformación concentra sus apoyos en los grandes hoteleros y comerciantes del puerto de Acapulco, mientras se olvida de las miles de familias pobres, principalmente campesinas, que están siendo afectadas por Otis.

Sabemos que, como acostumbran los malos gobiernos, éstos van solo a burlarse de nuestro sufrimiento, a tomarse una fotografía sobre los escombros y a lucrar sobre el dolor de los pueblos en desgracia, por lo que llamamos a los hombres y mujeres de buen corazón, a los colectivos de la Sexta Nacional e Internacional y a los pueblos de México y del mundo, a solidarizarnos y a concentrar alimentos no perecederos y medicamentos en apoyo a los pueblos originarios del estado de Guerrero afectados, en el domicilio de la Casa de los Pueblos “Samir Flores Soberanes”, ubicado en Av. México-Coyoacán 343 colonia Xoco, Alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México, CP03330, así mismo llamamos a realizar depósitos y transferencias bancarias en apoyo a estos pueblos y comunidades en la cuenta Número 0113643034, CLABE 012540001136430347, código SWIFT BCMRMXMMPYM, del banco BBVA México a nombre de: Ciencia Social al Servicio de los Pueblos Originarios.

MÉXICO, A 27 DE OCTUBRE DE 2023

ATENTAMENTE

POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS
NUNCA MAS UN MÉXICO SIN NOSOTROS

CONGRESO NACIONAL INDÍGENA
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL

Compartimos un video de este comunicado conjunto del Congreso Nacional Indígena y EZLN.






Comunicado de la Congreso Nacional Indígena ante el intento de desalojo del INPI

Comunicado de la Congreso Nacional Indígena ante el intento de desalojo del INPI

Compartimos con ustedes el comunicado del Congreso Nacional Indígena ante el intento de desalojo por parte del gobierno de Martí Batres de las instalaciones del INPI, hoy Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas «Samir Flores Soberanes».




16 oct 2023
A los pueblos y gobiernos de México y del mundo.
A los organismos de derechos humanos.
A los medios de comunicación.

Denunciamos que desde hace algunas horas un numeroso contingente de granaderos del gobierno de la Ciudad de México está tratando de desalojar con violencia a la Comunidad Indígena Otomí residente en la Ciudad de México de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes» (antes edificio central del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas), incluidos niños, mujeres y ancianos indefensos.

Recordamos que este espacio está «tomado» por la Comunidad Otomí desde hace tres años exigiendo vivienda y un conjunto de derechos básicos, exigencias ante las cuales el gobierno ha guardado un vergonzoso silencio.

A tres años de la toma del INPI, ésta es la respuesta del gobierno hacia lxs compañerxs, ésta es la política del Estado hacia los pueblos originarios.

Llamamos a las organizaciones y colectivos solidarios con las luchas del CNI y de los pueblos originarios a no dejar sola a la Comunidad Indígena Otomí en estos momentos.

Exigimos a los gobiernos de la Ciudad de México y federal a detener este violento desalojo.

!!!ALTO AL DESALOJO DE LA CASA DE LOS PUEBLOS SAMIR FLORES SOBERANES!!!
!!!ALTO A LA GUERRA CONTRA NUESTROS PUEBLOS!!!

POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS!!!
NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS!!!

México, 16 de octubre de 2023.






27 Aniversario del Congreso Nacional Indígena | Discurso de Marichuy en el Zócalo

27 Aniversario del Congreso Nacional Indígena | Discurso de Marichuy en el Zócalo

Compartimos con ustedes el comunicado y el discurso de María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, pronunciado a nombre del Congreso Nacional Indígena por su 27 Aniversario el día de ayer en el Zócalo.




Pronunciamiento del Espacio de Coordinación Nacional ¡Alto a la Guerra contra los pueblos zapatistas!

Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional y al Congreso Nacional Indígena

A los pueblos de México y el mundo,

A las personas, colectividades y pueblos que defienden la Vida

El 12 de octubre de 1492 una nueva historia comenzó a escribirse: la Historia de la Dignidad Indígena. La fuerza y determinación de los pueblos originarios, aquella cultivada por más de 531 años, adquiere hoy nuevos sentidos: la resistencia anticolonial de los más primeros, la defensa de sus territorios y modos de habitar el mundo, son fuente de conocimiento e inspiración en la lucha contra el capitalismo depredador y ecocida.

En toda América, la historia de las luchas por la libertad y la justicia están marcadas por las resistencias de los pueblos indígenas. En México, resistieron a la guerra de conquista, fortalecieron a los ejércitos populares en la guerra de Independencia, lucharon contra el imperialismo norteamericano y sus intentos expansionistas, fueron parte de la resistencia contra el imperio francés, contra la dictadura porfirista y tuvieron un papel fundamental en la guerra de Revolución en los ejércitos encabezados por Villa y Zapata. Durante el régimen priísta, los pueblos originarios nutrieron a los ejércitos populares y de liberación nacional. Con el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el 1 de enero de 1994, y la formación del Congreso Nacional Indígena, el 12 de octubre de 1996, los pueblos indígenas pasaron a la ofensiva contra la integración neoliberal y su acelerado despojo. Y como en el pasado, los pueblos indígenas resisten hoy al neodesarrollismo que intenta disfrazar el despojo de bienestar.

En los espejos de la realidad de la guerra que enfrentan quienes ancestralmente cuidan y defienden la madre tierra frente al despojo y la explotación capitalista y patriarcal; en los espejos del desprecio por sostener la dignidad de existir siendo quiénes son contra los intentos coloniales de exterminio; en los espejos de la persecución política, la desaparición, la cárcel y el asesinato por luchar, organizarse, resistir y cuidar la Vida. En esos espejos se refleja la guerra capitalista contra la naturaleza y la Vida, una guerra que hoy llena de sangre todo el territorio nacional y mundial.

La dimensión histórica del desafío de los pueblos zapatistas y del Congreso Nacional Indígena puede apreciarse en el sentido mismo de la Acción Global que estos días se realiza en más de 50 lugares del mundo: hacer frente a la guerra contra los pueblos de México y del Mundo. Exigir alto a la guerra contra las comunidades zapatistas y los pueblos del CNI. Luchar y organizarnos contra el avance de la militarización en México. Organizarnos para detener el avance y apertura de megaproyectos como el mal llamado Tren Maya, el Proyecto Integral Morelos, o el Corredor Transístmico. Defender el agua, la diversidad, la comunidad, la tierra, la vida digna.

A unos meses de que un sexenio más de mal gobierno termine, ante las múltiples evidencias de que mientras la hidra capitalista sea quien gobierne detrás de cualquier color, cualquier partido, el llamado de los pueblos marca un rumbo y un destino de dignidad. La guerra en México es una guerra contra la vida. Sus actores son los grupos del crimen organizado, los cuerpos represivos del Estado, formales e informales, la clase política en su conjunto, el Estado y sus instituciones que viven de la corrupción. Un Narco Estado Capitalista, como dicen CNI.

Y es que, aunque arriba pretenden ocultarla, abajo los pueblos vivimos cotidianamente esa guerra. Y para muestra de la brutalidad contra los pueblos originarios, un dato que apenas dimensiona el horror: en lo que va del actual sexenio, de este que prometió transformación, 50 compañeros y compañeras pertenecientes a organizaciones y pueblos vinculados al Congreso Nacional Indígena han sido asesinados y otras 6 personas se encuentran desaparecidas. Esto en los casos que tenemos denuncias y se han confirmado. A estos dolores, hay que sumar la prisión política, tortura, secuestros, desplazamientos forzados, amenazas, difamaciones mediáticas contra personas defensoras del territorio.

Frente al silencio cómplice de arriba, abajo el grito que denuncia y transforma:

La guerra en México se llama despojo de tierras y territorios.

En México se llama desaparición de selvas, bosques, especies de animales.

La guerra en México se llama Tren Maya, Corredor Interoceánico, Proyecto Integral Morelos , Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.

La guerra en México se llama Sembrando Vida.

La guerra en México se llama 10 mujeres asesinadas cada día.

La guerra en México se llama más de 100 mil personas desaparecidas.

Se llama toque de queda, pueblos devastados, campos de cultivo convertidos en fosas clandestinas.

Se llama persecución política, prisión, asesinato, violación, tortura.

Por más que intenten convencernos quienes despachan en las oficinas de gobierno, con sus televisiones a todo volumen para escuchar una y otra vez sus matutinas mentiras hasta confundirlas con la realidad; por más que intenten hacernos creer que “son distintos”, que “son la esperanza”, que “habrá soluciones”, abajo la crudeza de la guerra no deja lugar a dudas. Lo que pudiera ser un entramado invisible de relaciones y complicidades entre Estado- Crimen Organizado- Capital se revela con nombres y apellidos; historias concretas y repetidas que engrosan todos los burós de credibilidad política: manos, oídos, bocas, corazones ensangrentados.

La guerra en México no empezó en este sexenio, es verdad, pero también es verdad que ésta ha continuado, se ha expandido y peor todavía, se ha garantizado impunidad para los crímenes de ayer que nos siguen lastimando hoy.

Ayotzinapa lo sabe. No ha llegado la verdad y la justicia. Y no dejaremos de luchar junto a las familias.

El SME lo sabe. No hay solución a sus demandas, sólo promesas. Y desde aquí les abrazamos.

La Asamblea Nacional del Agua lo sabe. No habrá agua para beber y regar la tierra, sino para extraer minerales y hacer cervezas.

Ya en el 2017 los pueblos del CNI nos convocaban a “desmontar el poder de arriba y reconstituirnos ya no sólo como pueblos, sino como país, desde abajo y a izquierda, a sumarnos en una sola organización en la que la dignidad sea nuestra palabra última y nuestra acción primera. Los llamamos a organizarnos y parar esta guerra, a no tener miedo a construirnos y sembrarnos sobre las ruinas dejadas por el capitalismo.”

La transformación real en México vendrá desde abajo. Desde sus pueblos y comunidades organizadas. Desde los pueblos originarios y las madres buscadoras. Desde las mujeres que luchan y el pueblo trabajador en el campo y la ciudad.

Porque en México la dignidad se llama Congreso Nacional Indígena y Concejo Indígena de Gobierno.

La dignidad se llama Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

La dignidad se llama Comunidades Autónomas Zapatistas

Se llama “Europa Insumisa”

La dignidad se llama Palestina.

La dignidad se llama y se organiza en cada colonia, barrio, pueblo, ciudad, país que resiste, a como dé lugar, los avances de esta guerra contra los pueblos, contra la humanidad, contra la Vida.

Aprendiendo de los pasos de los pueblos indígenas vamos caminando.

Nos llamamos, compañeras, compañeres, compañeros.

A construirnos y a sembrarnos sobre las ruinas dejadas por el capitalismo.

Desde la autonomía, la autodeterminación, el mandar obedeciendo y la defensa de la Vida, es tiempo de parar esta guerra.

¡Alto a la guerra contra los pueblos de México y del Mundo!

¡Alto a la guerra contra los pueblos zapatistas!

¡Alto a la guerra hacia los pueblos originarios de México!

¡Viva la Vida que la resistencia crea!






CNI en alerta tras el decretazo de López Obrador

CNI en alerta tras el decretazo de López Obrador

En un comunicado publicado en su sitio web, el CNI se declara en ¡alerta! tras el decretazo de López Obrador. Compartimos con ustedes el comunicado completo y un reciente video publicado también por el Congreso Nacional Indígena.

Video del CNI-CIG por el decretazo de López Obrador




ALERTA ANTE LA VIOLENTA OFENSIVA NEOLIBERAL DEL MAL GOBIERNO FEDERAL MEXICANO


20 DICIEMBRE, 2021

A los pueblos de México y del mundo,
A los medios de comunicación.

Estado de excepción

Nos declaramos en alerta porque el mal gobierno decidió hacer más violenta su ofensiva neoliberal, pretendiendo suprimir por decreto los derechos humanos que tenemos todas y todos como sociedad, con el fin de imponer sus megaproyectos y obras de infraestructura que privatizan, contaminan, despojan y entregan el sureste mexicano, la Península de Yucatán, el Istmo de Tehuantepec, el centro, todo el país, al despojo transnacional, arrasando nuestros territorios y destruyendo a la Madre Tierra.

Mediante un acuerdo del presidente de México publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 22 de noviembre, que clasifica las obras de infraestructura y proyectos del gobierno de la República como de seguridad nacional e instruye a las dependencias de la administración pública federal a otorgar autorizaciones provisionales hasta por un año para dichas obras y proyectos por encima del marco constitucional y legal vigente, el régimen neoliberal pretende imponer un estado de excepción, en el que no podamos inconformarnos y protestar contra las acciones del gobierno que propician el despojo y la destrucción de nuestros territorios.

De esta suerte el acuerdo da paso para que puedan ser intervenidas nuestras comunicaciones, negarnos información que solicitemos y desalojar con el uso de la fuerza pública cualquier manifestación o movilización que hagamos en defensa de lo que es nuestro y cuestionen sus megaproyectos y las obras que se están realizando o se realicen en múltiples áreas y sectores como hidrocarburos, ferrocarriles, aeropuertos, comunicaciones, telecomunicaciones, aduanas y fronteras, infraestructura hidráulica, medio ambiente, turismo, salud, producción y distribución de energía, puertos, etcétera.

Para nuestros pueblos esas obras de infraestructura representan la muerte; en el Istmo de Tehuantepec, por ejemplo, la corrupción, el despojo y la violencia se imponen del Océano Pacífico al Golfo de México; la modernización de las vías del ferrocarril y de las carreteras es en favor de quienes usarán los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz para trasladar sus mercancías de lado a lado del mundo; el beneficio es para quienes puedan extraer minerales, agua, bosques, hidrocarburos, biodiversidad y todo elemento natural que les genere gaanncia; asimismo, el establecimiento de diez corredores urbano industriales tiene como propósitos establecer una cortina a la migración desde Centroamérica hacia los Estados Unidos y explotar nuestra fuerza de trabajo sin consideración de la vida humana y de la naturaleza.

Para ejecutar las obras y proyectos que invaden, despojan y destruyen nuestros territorios noiden nuestro consentimiento, más bien nos amenazan, nos persiguen y nos asesinan para sacarlos adelante. Simulan consultar, dividen las asambleas comunitarias y dejan claro que lo harán de una u otra forma; y aun así llaman a la guerra con palabras como progreso, desarrollo nacional o cuarta transformación.

En la península de Yucatán, con contratos fraudulentos, el Tren Maya se va apropiando de tierras indígenas, y los ricos llegan a valerse de la profunda corrupción agraria para adueñarse terrenos ejidales en la selva maya y aumentar sus ganancias a costa del despojo de nuestros pueblos y la destrucción de la naturaleza, mientras que las empresas porcícolas, eólicas o turísticas se posicionan en torno al proyecto del tren. O sea que con las obras de infraestructura que el mal gobierno quiere proteger de nosotros, esas regiones enteras se transforman, en favor de quienes nos están robando como pueblos y como país.

Los territorios que ocupamos, en donde buscan instalar los megaproyectos que impulsa el gobierno neoliberal mexicano, están siendo destruidos y contaminados para instalar vías de tren, carreteras, tendidos eléctricos, gasoductos, oleoductos, etcétera; al mismo tiempo que las mineras van ganando territorio en el Istmo, las empresas extranjeras con parques eólicos se benefician de la red eléctrica nacional a costa del robo de nuestros territorios y la represión a nuestros pueblos. Mientras las empresas petroleras están apostadas sobre los territorios indígenas en el Totonacapan, la empresa Constelation Brands en el Sur de Veracruz y la empresa Bonafont en Puebla ya están sobre importantes acuíferos; y en el centro del País, con violencia están imponiendo el Proyecto Integral Morelos en los pueblos de aledaños al Popocatépetl.

Es eso lo que el mal gobierno neoliberal mexicano quiere proteger y blindar en contra de los pueblos de abajo, los que hemos cuidado durante miles de años la tierra, los que no podemos dejar de defendernos porque están en juego nuestra vida, nuestro patrimonio, la paz y nuestra Madre Tierra.

Las sucesivas reformas constitucionales, las leyes vigentes y los órganos judiciales están fundamentalmente a favor de los intereses empresariales, pues, son parte sustancial de este sistema; por lo mismo nos dejan caminos difíciles para defendernos en el ámbito legal y aun así resistimos con nuestra organización utilizando los resquicios que las leyes nos dejan e interponiendo toda clase de juicios y recursos en contra de las arbitarias determinaciones políticas, administrativas y judicales que nos atacan, que buscan cercarnos y arrinconarnos.

Con el acuerdo neoliberal del presidente pretenden cerrar el cerco aún más ya que éste, en forma autoritaria y atropellando la constitución federal, ordena a las dependencias del gobierno federal otorgar autorizaciones provisionales exprés para las obras de infraestructura y proyectos gubernamentales, pretendiendo no dejar tiempo ni espacio para que podamos decir o hacer algo, es decir, imponiendo un estado de excepción propio de la guerra.

Los derechos y garantías que como sociedad entera tenemos quedan sin valor alguno, sin oportunidad de defenderlos ante la urgencia de entregar el país a los capitalistas que lo están matando. Sin hacer respetar siquiera la constitución mexicana, ni los derechos que tenemos sobre nuestros territorios, sin cubrir los requisitos ni cumplir con los procedimientos que marcan las leyes y mucho menos con el de por sí endeble derecho a la “consulta” indígena.

A todo este siniestro escenario nosotros le llamamos literalmente una guerra de conquista, porque cuando no estamos de acuerdo nos reprimen con grupos de choque, paramilitares, militares y policías; invaden y ocupan nuestros territorios destruyendo todo lo que es nuestra vida, tejiendo un sistema mundial que no se puede sostener sin la explotación, el despojo y la cruenta represión.

Para nosotros y nosotras, tanto el acuerdo presidencial, como las obras de infraestructura y proyectos que pretende cobijar, no tienen otro fin que favorecer intereses económicos de gran alcance, inmorales y desmedidos; se trata, pues, de una descarada y oscura corrupción, continuación de la que hemos vivido en décadas.

Es por eso que estamos en alerta y denunciamos el carácter ilegal, autoritario, corrupto y neoliberal del acuerdo capitalista del mal gobierno mexicano, al que no tengan duda, resistiremos y sabremos derrotar.

Atentamente
Diciembre de 2021
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Comisión de Coordinación y Seguimiento del
Congreso Nacional Indígena- Concejo Indígena de Gobierno




MÁS INFORMACIÓN:



Lucha por la vida : 25 años de resistencia y rebeldía del Congreso Nacional Indígena

Lucha por la vida : 25 años de resistencia y rebeldía del Congreso Nacional Indígena

El Congreso Nacional Indígena (CNI) tras 25 años de ser un importante espacio y la casa de todos los pueblos indígenas en resistencia, determinaron que la lucha por la vida es, su palabra colectiva. Por lo que con motivo del aniversario su constitución, nos presentan un importante y reflexivo comunicado dirigido a todos los pueblos del mundo, el cual consideramos muy importante compartir y difundir. Reproducimos íntegro dicho comunicado:




PRONUNCIAMIENTO DEL CNI-CIG A 25 AÑOS DE RESISTENCIA Y REBELDÍA
11 OCTUBRE, 2021

A los pueblos del Mundo,

A los medios de comunicación.

Hoy, a 25 años de que decidimos caminar en la lucha, la resistencia y la rebeldía, con el acompañamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), somos el Congreso Nacional Indígena y nos dirigimos a los pueblos del mundo para decirles nuestra palabra:

El 12 de octubre de 1996, contando con la descomunal presencia de la Comandanta Ramona, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, a raíz de lo cual empezaría a resquebrajarse el cerco impuesto en contra de éste; y con la participación de más de 3 mil delegados de todo México, por primera vez los pueblos originarios pudimos reunirnos y conocernos para soñar un espacio organizativo propio, el Congreso Nacional Indígena (CNI), bajo los 7 principios del “Mandar Obedeciendo” que propulsara un país diferente, en el cual pudiéramos ser plenamente reconocidos en nuestros derechos y culturas.

Como antecedente de este histórico evento realizamos dos foros nacionales previos y acompañamos la Marcha del Color de la Tierra protagonizada por el EZLN, en el año 2001, con el fin de presionar al Estado mexicano para el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés “Sobre Derechos y Cultura Indígena”. A esta Marcha siguieron la traición de los Acuerdos de San Andrés por todos los partidos políticos y los poderes del Estado; el olvido de nuestra lucha por parte de quienes la habían convertido en moda pasajera, la desorganización de una parte del movimiento indígena, la continuidad del CNI a través de su región Centro-Pacífico (hace 20 años); la decisión de hacer nuestra la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, asumiendo la lucha anticapitalista, de abajo y a la izquierda, lo que nos valió un mayor aislamiento de la clase política autonombrada de izquierda, de ong´s y de “personalidades” que antes habían proclamado ser nuestros amigos y nuestros aliados.

En estos 25 años aprendimos que es la lucha por la vida nuestra palabra colectiva y que como desde hace más de 500 años, los despojos de nuestras tierras, cultura y formas de vida nos duelen, nos llevan a organizarnos y a luchar. Hoy, el despojo y la explotación capitalistas hechos guerra, son para llevar a cabo grandes y peligrosos megaproyectos que siembran la muerte en todas las geografías indígenas de México, y con el imperio de la violencia buscan garantizar las ganancias de las bandas criminales y de la red económica y política que los sostiene; que es la misma que no cesa en su afán de ver exterminados a nuestros pueblos. Esa guerra que vivimos en las comunidades de México, que nos ha llenado de luto y de rabia, la hacen los políticos, las empresas y bandas delincuenciales, que juntos, son el gobierno de México y sirven a un sistema mundial que es el capitalismo.

En su nombre, los gobiernos de antes y de ahora han cometido graves crímenes para reprimir a nuestros pueblos, cuando en colectivo hemos decidido nuestro destino; y no olvidamos la guerra sucia con sus miles de ejecutados, torturados y desaparecidos, la masacre de Acteal en Chiapas, la matanza de Aguas Blancas, los asesinatos de Betty Cariño, del maestro zapatista Galeano, del niño Hidelberto Reyes en la comunidad de Santa María Ostula y de nuestro hermano Samir Flores Soberanes; o la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; no olvidamos a nuestros hermanos desaparecidos como Sergio Rivera Hernández de la organización MAIZ; ni a nuestr@s compañer@s pres@s por luchar y perseguidos por pensar y ser cabales en defender lo que es sagrado, como Fidencio Aldama de la Tribu Yaqui y Fredy García Ramírez del Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas, en Oaxaca.

Nosotras, nosotros, somos ell@s y desde nuestras asambleas comunitarias y gobiernos autónomos, no pararemos de construir la justicia, de exigir el castigo a los culpables de esos crímenes y de no dar un solo paso atrás en la lucha por la vida, que fuera también la causa de tod@s l@s que hoy nos faltan.

A 25 años de esta lucha de resistencia y rebeldía, decimos claro: queremos nuestros territorios libres de megaproyectos de muerte. No queremos el tren Maya que convierta todo el sur sureste de nuestro país en un eslabón del capital trasnacional, en las vías y sus alrededores, la extracción, contaminación, destrucción, despojo y privatización en toda la región. No queremos el corredor transístmico que convierta en una fábrica de energía eólica, maquilas y explotación de minerales zonas enteras desde el océano pacífico hasta el Golfo de México, ni queremos el Proyecto Integral Morelos que atenta contra el territorio de comunidades de Tlaxcala, Puebla y Morelos en los pueblos del volcán Popocatépetl y que reprime con la muerte a quienes cuestionan o se oponen, como al compañero Samir Flores Soberanes.

Así, en el año 2018, reconociéndonos los unos a los otros en las diferencias geográficas y culturales, constituimos, con concejales mujeres y hombres de los pueblos indígenas integrados al CNI, el Concejo Indígena de Gobierno (CIG), que se hizo nuestra voz de cara a la Nación y al Mundo, voz con la que habló y habla nuestra Vocera Marichuy. En aquel año, junto con el EZLN, le hablamos al país y en respuesta recibimos la participación del pueblo de México en la recolección de firmas para figurar en las boletas electorales durante el recorrido del CIG por todo el país. Entonces, nos dimos cuenta de que la lucha por la vida y la urgencia por reconstruir sobre lo destruido por el capitalismo, se habla en todas las lenguas y en todos los sectores sociales de este México. Cada quién a su modo, a sus tiempos y sus formas.

Y este año, en la Gira Por la Vida, junto con la delegación del EZLN, vemos a la Europa rebelde, de abajo y a la izquierda; y escuchamos su palabra que es también la lucha por la vida. Con su resistencia y rebeldía, y con la nuestra, nos entendemos porque soñamos un mismo mundo, en el que quepamos todas y todos.

Hoy, a 25 años de distancia, CONVOCAMOS a tod@s aquell@s que en lo colectivo o en lo individual son parte del CNI, o han acompañado, así sea como observadores, su paso en este cuarto de siglo, a una REFLEXIÓN COLECTIVA PROFUNDA que, a través de reuniones, foros, conferencias y actividades de toda índole que se realicen a partir de este 12 de octubre y hasta el 12 de octubre del año 2022, culminando con una gran Asamblea, busque respuesta a la pregunta “¿Qué sigue?”.

Con tod@s buscamos tener un solo oído y escuchar lo que la resistencia y la rebeldía en el mundo tienen que decirnos para conocernos y organizarnos desde la geografía de abajo, desde donde las cosas que definen el futuro, donde comienzan a sanar la tierra y nuestros pueblos tras el desastre mundial, realmente están sucediendo.

Atentamente

A 25 años resistencia y rebeldía

Por la reconstrucción integral de nuestros pueblos

Nunca más un México sin Nosotros

Congreso Nacional Indígena

Concejo Indígena de Gobierno