El día de ayer observamos cómo Sheinbaum y Alfaro reprimen protestas en la CDMX y en el estado de Jalisco, por una sencilla razón: son exactamente lo mismo.
Tras la ejecución extrajudicial de Geovanni López, el joven de Ixtlahuacán de los Membrillos asesinado por la policía municipal de ese municipio, los ciudadanos salieron a protestar en Guadalajara y fueron reprimidos. Hubo detenciones ilegales y esto provocó una nueva protesta el día de ayer en la Fiscalía General del Estado.
Los estaban esperando. Las calles cercanas estaban cercadas y agentes de la fiscalía vestidos de civil, con el rostro cubierto, armados y con chalecos antibalas empezaron a detener y a golpear brutalmente a las personas que se acercaban a la manifestación. Las imágenes no mienten, los videos inundan la red y muestran a los sicarios del gobierno cometiendo actos de brutalidad policíaca. Hay 19 jóvenes sin localizar.
Y en la Ciudad de México las cosas no fueron diferentes. Un grupo de los «desaparecidos» granaderos que sembraron terror durante sexenios pasados -granaderos que por cierto, según Sheinbaum ya no existían- golpearon a manifestantes bajo el argumento de que «estaban vandalizando». La realidad es que no les importó quién era el agredido, ni lo que estaba haciendo. Los perros muerden cuando les sueltan el bozal y ayer la Jefa de Gobierno se los soltó.
Alfaro y Sheinbaum se dieron a la tarea de repetir el mismo mensaje en redes sociales; uno en el que decían que las órdenes que dieron fueron contrarias a las que se llevaron a la práctica. Es decir que ¿no les hicieron caso sus sicarios? ¿o sera que sí lo hicieron y ésas eran precisamente las órdenes?
No hay vuelta de hoja, esto tiene un nombre: terrorismo de Estado. Lo conocemos muy bien, sabemos cómo opera y para qué sirve. Hoy, por ejemplo, ya no se habla del tema de fondo: la policía en México mata ciudadanos inocentes. Hoy hablamos de represión, pero ya no del asesinato de Giovanni. Alfaro logró su cometido. Sheinbaum, también.
#JusticiaParaGiovanni «Alfaro debió cuidar sus palabras»: López
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