Primero fue la carretera federal Toluca-México; después fue la autopista México-Toluca y ahora es la construcción del tren interurbano la que destruye un lugar sagrado. ¿El INAH? No, ni sus luces, no aparece, seguramente está contando ‘el moche’ que se llevaron para quedarse callados y hacer caso omiso a la ofensa y agresión a nuestra cultura. Son un reducido grupo de ciudadanos de algunas comunidades de Ocoyoacac, los únicos que se oponen a la empresa depredadora y su cómplice, el restaurante El Parian. Les pedimos que vean el video y compartan la nota; van a poder entender el daño brutal que se está haciendo y se darán cuenta que detrás de esto hay intereses económicos, nuevamente, de la empresa ladrona, cómplice de Enrique Peña Nieto. Les compartimos también algunas fotografías que nos han hecho llegar.