Según información publicada en el diario Eje Central, el delincuente Javier Duarte de Ochoa, uno de los criminales más peligrosos en la historia reciente en México y hoy preso en Guatemala, está tomando antidepresivos, porque los médicos le diagnosticaron, además de daño físico, daño psicológico.
El peligroso asesino, ladrón y malnacido, que dejó Veracruz en la ruina, saqueó el erario público y cometió delitos tan aberrantes como el haber comprado medicamentos falsos para el tratamiento de cáncer en niños, fue sometido a un examen psicológico y los médicos le diagnosticaron depresión.
Además, sus abogados denunciaron que desde su arresto y reclusión en la cárcel de Guatemala, los policías, militares y reos con los ahora convive, lo han dañado físicamente, por lo que padece dolores en la espalda baja. Sus defensores ya demandaron al sistema penitenciario de aquél país, porque maltrataron a uno de los genocidas más atroces del país.
No nos conmovemos, ni poquito, de esa supuesta depresión que el mata periodistas dice padecer; no podemos hacerlo, porque los crímenes que este tipejo cometió en Veracruz, no se comparan con sus «enfermedades» y además, pensamos que el individuo debe empezar a hacerse a la idea que no está en uno de los lujosos hoteles donde se iba a gastar el dinero de los pensionados que se robó, sino en una cárcel y que a esos sitios no se va (no se debe) a pasarla bien, sino a entender que se les aparta de la sociedad porque son dañinos a ella, peligrosos, lacras que no merecen un gramo de compasión.
Javier Duarte está deprimido, hasta… por Ar1zZ