Mientras el delincuente Borge se sigue y sigue y sigue festejando su cumpleaños, los ciudadanos en Quintana Roo ven como se incrementa el número de asesinatos, de feminicidios y ahora, el asesinato de menores. Esto es una más de las brutalidades que la corrupción, generadora de impunidad, ha provocado; los criminales saben de las pocas probabilidades que hay para que alguno de ellos sea castigado, aunque las acciones cometidas sean tan aberrantes como la de violar y asesinar a una niña de 7 años.
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