La narración de las personas que vivieron la noche de la supuesta captura del Chapo, deja mucho más qué pensar sobre la forma en que se realizó el operativo. Los despertó de madrugada el estallido de metrallas y las hélices del rotor de algún helicóptero de la Marina que sobrevolaba muy bajo. Se había iniciado la cacería y los vecinos vivieron horas de terror ante el impresionante número de marinos y policías presentes en el lugar. ‘Cisne Negro’ estaba a punto de llegar a su fin.
Dicen los que saben, que el mal gobierno en México ‘se sacó la rifa del tigre’ después de haber re capturado al Chapo. Y es que una pregunta se viene a la mente ¿lo extraditamos o no? Los que están en pro de la extradición, son obviamente los gringos y aquellos que dudan que se pueda evitar una nueva fuga. Los que están en contra, dicen que si el gobierno la permite, sería una clara forma de mostrar su debilidad institucional, pero además, impediría que se le castigue en México, por los miles de crímenes que bajo su mando se han cometido.
Y es que, en Estados Unidos, El Chapo es como una verdadera mina de oro; no solo por la cantidad de información que debe poseer, ni por la cantidad de droga que él mismo declaró en su entrevista poder meter al país, sino porque los métodos que el Cártel de Sinaloa ha empleado para convertirse en el mayor cártel de la historia del tráfico de drogas, a la DEA le pueden servir demasiado.
Para desviar la atención sobre el asunto que debe estar en el debate verdadero (ése de que queremos saber cómo y quiénes ayudaron para la fuga) tanto la PGR, como el gobierno de Estados Unidos, han convertido en el foco de atención a los dos ‘artistas’ que fueron a reunirse con el líder del Cártel de Sinaloa.
Probablemente sea por eso, que desde el momento en que apareció el reportaje de Sean Penn, la PGR filtró los supuestos mensajes de Kate del Castillo donde se comunicaba con el propio Chapo o con el abogado de él, que había servido como enlace.
Pero también, para seguir armando el entramado mediático y digno de un guion barato de película mexicana de los 80,s, la PGR permitió que llegara hasta la prensa (por cierto, a Televisa) el video del operativo ‘Cisne Negro’.
Aunque en una reciente entrevista para una cadena estadounidense, el actor norteamericano, Penn, aseguraba que el gobierno de nuestro país y el de el suyo, siempre supieron dónde estaba el Chapo. Dijo además, que por como se han desarrollado las cosas, teme por su vida.
La ‘telenovela’ se ha desarrollado tanto, que hasta actores de reparto han participado. Tal es el caso de ‘Popeye’, quien fuera jefe de sicarios del capo colombiano, Pablo Escobar Gabiria, quien dijo sentirse decepcionado del Chapo.
Y como era de esperarse, ante tanto embrollo, la primera en tener que declarar sobre la visita al Chapo, será Kate del Castillo. Incluso mucho antes que cualquiera de los soldados o generales que, según el artículo, dejaron pasar la camioneta donde viajaba la pareja de actores, con el mismísimo hijo del Chapo Guzmán.