La Secretaría de Desarrollo Social, desde su fundación, ha servido para beneficiar a un grupo en específico: a los amigos de los políticos, empresarios y poderosos que lucran con el hambre de millones de mexicanos. Enrique Peña Nieto puede ir a la FAO a presumir ‘sus logros’ y puede asegurar que en México el grave problema de la pobreza alimenticia ya casi desaparece, pero los casi 6 millones de niños que en nuestro país padecen de ella, lo desmienten y lo dejan como lo que es: un cínico. Solo basta con recordar los millonarios contratos que Rosario Robles ha otorgado a la narco televisora, Televisa.
¿Y qué más puede decir EPN en un evento donde se supone que se donará dinero para reducir el nivel de pobreza en el mundo y paliar el hambre de los sectores más vulnerables? ¿Qué, si solo sabe mentir? Por eso nos preguntamos, además ¿de quiénes habla cuando se vanagloria, haberles mejorado esa situación terrible? ¿de su familia y sus lujos escandalosos? ¡Sí, seguro habla de ellos!
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